Al igual que en los adultos jóvenes, una depresión rara vez tiene una única causa, sino que hilando en la historia se puede notar una acumulación de factores. Una de las razones más comunes de depresión en los adultos mayores es la pérdida; como una mudanza- sobre todo a un centro geriátrico- o la pérdida de la pareja o de amigos cercanos, o la pérdida de capacidad o independencia, por lo que ya no pueden cuidarse solos. También los afecta el dolor crónico y la soledad.
Hay enfermedades que pueden “gatillar” una depresión, como el mal de Parkinson, las cardiopatías, el cáncer, trastornos tiroideos, un ACV o el Mal de Alzheimer. A veces, el consumo de psicofármacos, incluso recetados por el médico, empeora un cuadro depresivo. También el consumo de alcohol tiene este efecto.
Hay que estar alerta
Los síntomas como fatiga, inapetencia y problemas para dormir pueden ser causados por una depresión que está comenzando y también pueden ser parte del proceso de envejecimiento o de un padecimiento físico. Como resultado, la depresión temprana puede ser ignorada o confundida con otras afecciones que son comunes en los ancianos. Pero si aparecen síntomas como los mencionados, hay que comunicarlos al médico de cabecera.
A veces, un suplemento dietario de vitaminas y minerales, corregir los niveles de glucemia, aliviar el dolor que no deja descansar o buscarle tareas que entretengan son suficientes para que una persona mayor recupere el buen ánimo. Si estas medidas no ayudan, los médicos pueden dar antidepresivos en dosis más bajas para las personas mayores, e incrementar la dosis en forma más lenta que en los adultos más jóvenes.
Complementos especiales
El gingko biloba y el romero favorecen la circulación cerebral, la memoria y la actividad cerebral en varios niveles. Pueden
consumirse en tintura, infusiones o suplementos en cápsulas. La melisa es un sedante suave y tiene acción antidepresiva.
Puede usarse, debido a su aroma agradable, por aromaterapia. Se colocan unas gotas de aceite esencial en un pañuelo y se huele varias veces al día. Puede alternarse con lavanda, romero, limón y jazmín. Hay que asegurarse, para que haga efecto, que se trate de aroma natural y no artificial y suspender ante cualquier síntoma de alergia, como estornudos, congestión nasal o picazón de garganta u ojos.
El hipérico se usa en depresiones leves y moderadas pero no se debe combinar con otras medicaciones antidepresivas y
espaciar su toma con cualquier otro medicamento dos horas mínimo. Las personas de piel blanca deben protegerse del
sol mientras lo consumen porque produce produce fotosensibilidad.
La jalea real es uno de los súper alimentos más indicados para la tercera edad, de marcada acción revitalizante y fortalecedora.
Puede compensar carencias alimenticias y acelerar la curación de enfermedades, así como aliviar síntomas. Tiene un efecto antidepresivo secundario, al mejorar el estado de salud en general.