La decisión de la hija mayor de Máxima Zorreguieta de cobrar la suma de 1,5 millones de euros tras haber renunciado a esta al cumplir 18 años, fue comunicada en una carta al Parlamento por el Primer Ministro Mark Rutte, donde se explicó que ahora la princesa sí necesita estos fondos para cubrir sus gastos relacionados con sus funciones oficiales.
Por eso, a partir del 1 de enero próximo, Amalia, que este año cumplirá 21 años, comenzará a recibir la asignación, aunque decidió no usar los 300.000 euros adicionales que le corresponden como salario. Esta medida marca un hito significativo, ya que fue la primera vez que un miembro de la monarquía neerlandesa renunció a su asignación.
En su momento, Amalia expresó su incomodidad por recibir una cantidad tan elevada sin realizar muchas actividades oficiales a cambio. Sin embargo, hoy, con más edad y responsabilidades, la princesa necesitará de esta asignación para poder cumplir de manera más efectiva con sus deberes como heredera al trono, asegurando que está preparada para el papel que eventualmente asumirá en el futuro.
La asignación se destinará a cubrir gastos como un secretariado, una residencia y un lugar de trabajo. Rutte también destacó que Amalia se volvió más visible y sus estudios están avanzando, lo que incrementará su presencia en público. Sin embargo, los gastos de seguridad de la princesa no se cubrirán con esta asignación, ya que esta responsabilidad recae en el Estado.
La carta de Amalia al primer ministro Rutte también revela que, a partir del próximo año, contará con una secretaría privada para asistirla en sus funciones. La prensa holandesa señaló que Eveline van den Bent, una confidente de la familia real y antigua niñera de Amalia y sus hermanas, que actualmente es secretaria privada de los Reyes, podría ocupar este puesto.
La situación de Amalia no es única: La princesa heredera Isabel de Bélgica también renunció a su dotación en 2020 para terminar sus estudios sin obligaciones oficiales, por lo que se puede decir que es una tendencia entre los jóvenes miembros de la realeza a equilibrar sus deberes oficiales con sus vidas personales y educativas.