El príncipe Alberto de Mónaco y Charlene han sido objeto de rumores debido a su extraño matrimonio del cual se ha especulado en más de una ocasión que ya está fracturado, pese a los múltiples pronunciamientos que la pareja ha salido a dar para aclarar que están más unidos que nunca.
Pero esta vez, hay una nueva polémica en torno a la pareja que no tiene nada que ver con su relación, pues salieron a la luz los gastos exagerados que cada uno tiene y entre éstos, algunas excentricidades que han molestado a los habitantes del principado de Mónaco.
Estas fuertes revelaciones vienen nada más y nada menos que de Claude Palmero, el ex contador de la familia Grimaldi quien sabe demasiados secretos sobre su fortuna, sin embargo fue despedido en 2023 por Alberto alegando “malversación de fondos” aunque esta versión fue negada por el mismo especialista en números.
Palmero se ganó el cargo dentro de la familia real por descendencia pues su padre, Andrés, fue su antecesor hasta que murió, por tanto, sabe demasiada información delicada sobre los movimientos económicos de una de las familias más famosas del mundo, es así que éste habría sido el verdadero motivo por el que fue despedido.
Según el contador, reveló para el medio Le Monde, que descubrió otros giros empresariales un tanto cuestionables que los Grimaldi poseen como un “mercado inmobiliario de Mónaco”, pero sus confesiones no se detuvieron ahí sino que se fue directamente contra el matrimonio de Alberto y Charlene acusándolos de despilfarradores en todos estos años gracias a varias excentricidades.
“Todo este asunto gira en torno a la corrupción que vengo denunciando cada vez con más fuerza desde hace años”, sostuvo.
Según sus datos, Alberto de Mónaco destinaría exorbitantes cantidades de dinero a ex amantes e hijos ilegítimos, hasta la fecha, esto con el fin de mantener a la sombra cualquier escándalo y chantaje. En cuanto a Charlene, la princesa triste también se da una lujosa vida por su ostentoso guardarropa, supuesta servidumbre indocumentada, cuentas millonarias para remodelaciones así como fiestas de cumpleaños, recordemos que la royal acaba de celebrar sus 46 años y no hizo alguna excepción en realizar un festejo especial.
“¡Es una locura! No tengo control sobre los gastos de la princesa”, expresó Claude Palmero.
Por su parte, las princesas Carolina y Estefanía, hermanas de Alberto II, habrían salido mejor paradas en esta polémica denuncia, pues según Palmero, son las más prudentes al momento de exigir lujos.