En medio del ojo público, Kate Middleton y el príncipe William siguen sorprendiendo al revelarse curiosos detalles de su vida en familia, que nadie imaginaba.
Y es que, si bien la esposa del heredero a la Corona británica se ha caracterizado por su estilo carismático y bondadoso, también tiene su lado estricto.
Aunque en su vida cotidiana la princesa de Gales lleve el rol "normal" de una madre, todos nos preguntamos cómo es su vida en familia detrás de las puertas de su casa al lado de los príncipes George, Charlotte y Louis de Gales, nacidos en 2013, 2015 y 2018, respectivamente.
Entre las medidas domésticas impuestos a los tres pequeños, la cuñada de Meghan Markle y el príncipe Harry no duda en poner límites.
¿También los regaña?
“Es muy tranquila en casa, pero definitivamente no es fácil de convencer y regaña a sus hijos cuando es necesario”, han revelado fuentes cercanas sobre Kate y William.
"Es una casa familiar normal y ocupada, con niños corriendo y derribando cosas. No hay aires de gracia. Lo hace para ayudar a sus hijos a estar más arraigados y a mantener su realidad bajo control. Eso es lo que realmente le importa (…) “Es una madre muy segura de sí misma y no es fácil de convencer (…) A los niños los regañan si se portan mal", según el sitio Panorama.
Alejada de sus típicos deberes reales, ya al interior de su hogar, es así como la royal de 41 años ha impuesto con el hijo mayor de Lady Di y el rey Carlos III de Inglaterra una regla muy específica:
"Gritar está absolutamente 'prohibido' para los niños y cualquier indicio de gritarse entre ellos se soluciona con la expulsión", así lo han revelado.