El nuevo documental en Netflix del Príncipe Harry, Heart Of Invictus (Corazón de Invictus) está desvelando más del tema familiar del hijo menor de Lady Di y el Rey Carlos III, esto al contar una tierna anécdota con su primogénito Archie.
Y es que fue Page Six quien relató que el Duque de Sussex sorprendió en el primer capítulo de esta docuserie, pues mientras daba un discurso como fundador de los Invictus Games a todos los presentes, contó que su pequeño hijo de 4 años le ha dicho qué quiere ser de grande, llenándose de emoción que lo hizo derramar una que otra lágrima.
"Cuando hablo con mi hijo Archie sobre lo que quiere ser cuando sea mayor, algunos días es astronauta, otros días es piloto...Pero lo que le recuerdo es que no importa lo que quieras ser cuando seas grande, lo que más importa es tu carácter", indicó.
Y continuó: "Nada nos enorgullecería más a su madre y a mí que verlo tener el carácter de lo que vemos hoy ante nosotros: ustedes".
El esposo de Meghan Markle también relató cómo se sintió tras la falta de apoyo en su salud mental desde pequeño con la muerte de su madre, la Princesa Diana, y como todo se detonó cuando ya era mayor, en especial tras su servicio en Afganistán como parte de la milicia británica.
"El detonante para mí fue en realidad regresar de Afganistán, pero lo que surgió fue de... 1997, cuando tenía 12 años...La mayor lucha para mí es que nadie a mi alrededor realmente podía ayudarme...No tenía esa estructura de apoyo, esa red o ese asesoramiento experto para identificar lo que realmente me estaba pasando...Desafortunadamente, como la mayoría de nosotros, la primera vez que realmente consideras la terapia es cuando estás acostado en el suelo en posición fetal, probablemente deseando haber lidiado con algunas de estas cosas antes", puntualizó.
Sin duda esta nueva docuserie es una forma de mostrar otra faceta del Príncipe Harry que no termina de escandalizar a la Familia Real con sus decisiones y proyectos, pues sin duda aún no se recuperan del duro golpe que fue su autobiografía Spare. ¡Ouch!