HISTÓRICO

Bautizan en Alemania al primer bebé royal nacido por gestación subrogada

Sus padres son los príncipes Gustavo y Carina de Sayn-Wittgenstein-Berleburg.

Sus padres son los príncipes Gustavo y Carina de Sayn-Wittgenstein-Berleburg.Créditos: Instagram
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Escrito en REALEZA el

Fue en mayo pasado que los príncipes Gustavo y Carina de Sayn-Wittgenstein-Berleburg, recibieron a su primogénito Gustavo Alberto zu Sayn-Wittgenstein-Berleburg, quien fue bautizado el sábado 26 de agosto y se convierte en el primer bebé de una monarquía europea nacido por gestación subrogada.

Como es costumbre, los recién nacidos y herederos al trono poseen seis padrinos el día de su bautizo. El pequeño fue apadrinado por el príncipe Cristián de Dinamarca; la princesa Teodora de Grecia y Dinamarca; la actriz Ellen Hillingsø; Arabella Gaggero; el príncipe Francisco Alberto de Oettingen-Spielberg y el príncipe Carlos Antonio de Waldeck y Pyrmont. El evento se llevó a cabo en la capilla del castillo de Berleburg, en Renania del Norte-Westfalia, Alemania.

 

¿Quiénes son los padres del bebé?

 

El príncipe de 54 años, Gustav Sayn Wittgenstein Berleburg, jefe de la casa Sayn Wittgenstein Berleburg, padre del bebé, estuvo por años sujeto al riguroso testamento de su abuelo paterno el príncipe Gustav Albrecht, quien fue un alto general del ejército alemán y mantenía fuertes nexos con el nazismo en el marco de la Segunda Guerra Mundial. En el documento se estipulaba que ninguno de sus herederos podría casarse con una mujer que no fuera noble y de raza aria, de lo contrario perdería sus títulos así como la jefatura de la casa real.

 

El hijo de la princesa Benedicta de Dinamarca se enamoró de Carina, una mujer común y corriente nacida en Estados Unidos, y quien no cumplía con las estrictas normas del abuelo Albrecht, sin embargo este testamento no sería impedimento para el amor entre ambos, pues decidieron estar juntos sin casarse.

Por 10 años Gustav y Carina mantuvieron una relación sin llegar al altar, y aunque esto es algo atípico en la realeza europea, la escritora se convirtió en un miembro querido de la familia real sin importar un documento nupcial. La buena noticia llegaría después, ya que el duro testamento fue diluido en un tribunal alemán luego de que se resolviera que “las ideas de la era nazi ya no tenían ninguna base legal o moral”, por lo que los enamorados pudieron llevar a cabo su tan anhelada boda. 

 

Luego de unirse en matrimonio, Carina de 55 años y el príncipe Gustav decidieron traer al mundo a su heredero, y por qué no, a través de los avances científicos en cuestión de concepción, es por eso que optaron por la gestación subrogada y en mayo pasado la vida los hizo felices con su primer bebé, quien nació en Estados Unidos.