La complicada relación del príncipe Harry con los demás miembros de la familia real británica no es la mejor y al parecer no va a mejorar, mucho menos después de la decisión que se tomó en torno a la seguridad del hijo menor del Rey Carlos III.
Y es que resulta que Harry perdió un recurso que pretendía impugnar la decisión del gobierno británico que le retiró la seguridad privada cuando se encuentre en Reino Unido.
Los privilegios que poseía el duque de Sussex le fueron retirados luego de que él y Markle renunciaron a la realeza británica en 2020 para hacer una vida del otro lado del mundo, en California.
Harry y Meghan cuentan con su propio equipo de seguridad privada, sin embargo su personal no tiene ningún tipo de jurisdicción, ni mucho menos acceso a la inteligencia británica para protegerlos cuando visiten Reino Unido.
Cabe mencionar que a pesar de que el príncipe apeló la decisión del Ministerio del Interior, el juez a cargo del caso le negó la posibilidad de pagar seguridad privada en el Reino Unido, aun cuando lo haga con dinero propio.