La princesa Amalia de Orange hizo su primer viaje oficial como heredera al trono de los Países Bajos, esto la pone en el ojo público y en constante observación por la audiencia mundial seguidora de la realeza europea.
El viaje está ocurriendo en el Caribe donde se localizan seis territorios que pertenecen a la corona holandesa como Aruba y Bonaire. La presencia de Amalia y sus padres, los reyes Guillermo Alejandro y Máxima, causaron revuelo entre sus habitantes como en la prensa experta en monarquía.
Sin duda es un momento trascendente para la joven de 18 años, quien la estaba pasando bastante mal el año pasado al recibir amenazas de muerte por un grupo mafioso de su país, ahora tiene que lidiar constantemente con el escarnio de los comentarios dirigidos a su físico.
La gira de los royals holandeses ha sido seguida de cerca por diferentes medios como “¡Hola!” y en las redes sociales no pueden faltar aquellos comentarios que resaltan el peso de la joven princesa que algún día reinará tanto en territorio europeo como latinoamericano.
Comentarios como "Su gran figura va bien con los lugareños. Amalia tal vez debería quedarse ahí, no se notaría tanto con su cuerpo"; "El padre y la hija deben pensar en su salud, (es) demasiado grande”; o "Qué vergüenza para una niña tan joven que su madre sea mil veces más guapa que ella", es de los primeros desafíos que enfrenta Amalia de Orange.
No obstante, expertos en realeza como el periodista Wim Dehandschutter, señala que debido a su juventud, Amalia podría estar consciente de lo que se dice de ella en las redes sociales, pues es afín a ellas, es por eso que su comportamiento reservado e inseguro así como su discreta forma de vestir parten de que está al tanto de las críticas.
"Ella es activa en las redes sociales, entonces puede leer todos los comentarios si quiere, y lo hará. También estaba bastante tímida durante las actividades en el Caribe, con anteojos de sol constantemente puestos. Seguramente le llegarán a ella todos esos comentarios", explicó el analista.
Sin embargo, Wim Dehandschutter reconoce que la heredera al trono no lo está haciendo nada mal en este debut y solo con el tiempo y la experiencia la joven royal tomará mejores decisiones que cambien su imagen ante el mundo que hoy la tunde por algo que tiene solución como la apariencia.
"Ella podría hacer algunas cosas más listas para tener menos preocupaciones. Incluso puede 'poseer' su altura y su presencia física mucho más y así portarla con orgullo. Todavía hay espacio para el crecimiento. Después de todo, una apariencia impecable es un valor fijo en el que las damas de la realeza se distinguen", concluyó.