Sin duda la serie The Crown plasma algunas dudas sobre qué es verdad y ficción en la historia que retrata la vida del reinado de Isabel II, quien falleció en septiembre del año pasado. La producción de Peter Morgan parece que usó un papel calca para recrear aquellos eventos históricos y polémicos de la vida de la realeza británica, y aceptémoslo, muchos la vieron por la etapa en la que Diana de Gales llegó a la vida de los complejos royals.
A las pantallas del mundo, a través de Netflix, llegó la primera parte de la sexta y última temporada del seriado en noviembre pasado, y una vez más, vimos cómo se desmenuzan los últimos años de vida de la Princesa de Gales quien quedará por siempre en los corazones no solo de sus connacionales sino de un sinfín de personas en el mundo.
Esta entrega se centra en dar a conocer cómo vivió Diana los últimos acosos mediáticos que la habrían llevado a la muerte en el año 1997 en París. Por lo tanto su romance con Dodi Al-Fayed también está sobre la mesa y curiosamente, se da entender que su relación no fue tan intensa ni pasional, aunque al final sí fue trascendente por la crudeza de los hechos.
Un trastorno psicológico que muestra la serie
En la quinta entrega, se abordó el escándalo de la famosa entrevista que Diana otorgó en el programa Panorama de la cadena BBC al periodista Martin Bashir ya que se trató de un momento sin precedentes por ser la primera integrante de la Familia Real en hablar públicamente sobre algunos padecimientos mentales por los que pasó luego de su tortuoso y mediático matrimonio con el príncipe Carlos.
Desde depresión posparto hasta bulimia, Diana ahondó en casi todos los trastornos que la aquejaron en su salud mental y por lo tanto en su apariencia, esto debido al asedio de la prensa, la presión de La Corona por cumplir con el deber y además, ser expuesta por la infidelidad casi descarada de su esposo y padre de sus hijos.
En uno de los episodios de la temporada seis de The Crown, vimos a Diana en la piel de la actriz australiana Elizabeth Debicky, teniendo una conversación con su terapeuta. La princesa le habla sobre el abrumador cortejo que Dodi le hace para conquistarla, a sabiendas de los espectadores de que el magnate a su vez estaba siendo presionado por su padre Mohamed.
En el diálogo, Diana le explica a su psicóloga que Dodi la trata demasiado bien y que incluso le escribió un poema mal rimado, no obstante la especialista le recomendó que no siga más con esa relación ya que estaban justo en el proceso de trabajar “su adicción al drama”, ¿pero por qué se planeta esto en la serie?
De acuerdo con el psicólogo Matías Cadaveira, egresado de la Universidad de Buenos Aires, la adicción al drama “es un patrón de comportamiento en el que una persona busca y crea situaciones dramáticas y problemáticas, consciente o inconscientemente, para llamar la atención”.
El especialista comenta que las personas que viven este patrón de comportamiento suelen pensar en que todo está en su contra, es decir, experimentan ansiedad y depresión.
Asimismo los adictos al drama se enfocan en las partes negativas de su vida, responsabilizan a los demás de sus frustraciones para crear conflictos innecesarios en todos su vínculos, así como elegir relaciones tóxicas que vicien el mismo ciclo que parece no tener fin. ¿En verdad Diana de Gales se declaraba una adicta al drama o bien, solo era una víctima que reaccionó al trato de su familia política y de la opinión pública?