En su tradicional mensaje de Navidad, el Rey Carlos ha dejado sin mencionar al Príncipe Harry y al Príncipe Andrés, marcando una notoria ausencia de ambos en su discurso anual. Este hecho cobra relevancia en un contexto donde las relaciones entre el duque de Sussex, el rey Carlos III y el príncipe William se han vuelto cada vez más tensas, agravadas por las repercusiones del libro "Spare" y el documental de Netflix.
Las tensiones familiares se han acentuado a lo largo del año, con revelaciones sobre la negativa de Harry a pasar el aniversario de la muerte de la Reina en Balmoral, Escocia, prefiriendo regresar rápidamente a Meghan. Su participación en la coronación del Rey en mayo fue efímera, agregando un matiz de distanciamiento en las relaciones familiares.
Paralelamente, el Príncipe Andrés se encuentra enfrentando preocupaciones significativas, ya que su nombre podría figurar en documentos relacionados con el caso de Jeffrey Epstein. Se especula que su nombre aparecerá junto con otros conocidos ricos y famosos en un lote de registros judiciales, vinculándolo al pedófilo convicto Epstein.
El mensaje navideño del Rey Carlos, grabado en la Sala Central del Palacio de Buckingham, abordó el llamado a la paz en la Tierra en medio de conflictos globales, citando las palabras de Jesús: "En un momento de conflictos cada vez más trágicos en todo el mundo, rezo para que también podamos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para protegernos unos a otros". Además, expresó su reconocimiento por el "ejército desinteresado" de voluntarios y su contribución destacada a la sociedad.
En sus propias palabras, el monarca reflexionó sobre la importancia del servicio mutuo: "Sobre todo, un llamado a todos nosotros a servirnos unos a otros; amar y cuidar a todos". Asimismo, tocó temas como el medio ambiente y su fe cristiana durante el discurso, que fue transmitido a nivel nacional. La notoria omisión de mencionar a algunos miembros de la familia real ha generado preguntas sobre las dinámicas familiares en el Palacio.