Todo indica que la Reina Sofía definió este año su rol en el Palacio de Zarzuela al abrir la agenda y acudir al funeral de Benedicto XVI en el Vaticano, con lo que repuntaría su protagonismo.
Será el próximo jueves, 5 de enero, cuando Doña Sofía viaje a Roma para el último adiós al Papa emérito, cuya ceremonia tendrá lugar en la Basílica de San Pedro de la Ciudad del Vatican y la misa será oficiada por el Papa Francisco.
Y es que la Reina Sofía será la única en representar a la Casa Real de España en el funeral, debido a que el Rey Felipe y la Reina Letizia ya tienen en agenda algunos compromisos oficiales.
No será la primera vez, ya que la reina Sofía tuvo varios encuentros previamente con el Papa emérito desde que fuera nombrado pontífice en 2005.
Se trata de la primera aparición oficial de la Reina Sofía de este 2023, y retomaría su presencia luego de mantenerse últimamente en “bajo perfil”, pues ahora se encontrará allá con otros miembros de las realezas europeas.
Al no tratarse de un Papa actual, el funeral de Benedicto no será de Estado, sin embargo asistirán delegaciones oficiales como la de Alemania, de donde era originario, y será enterrado en la misma cripta donde estaba Juan Pablo II.
Mientras tanto, la primera aparición de los reyes Felipe y Letizia este año será como cada 6 de enero, en la tradicional Pascua Militar, y enviaron a la brevedad un mensaje de condolencias al Vaticano tras conocer la muerte del Papa retirado: "lideró la Iglesia Católica con una extraordinaria vocación de servicio, humildad, entrega y amor".
Hace tiempo que la Reina Sofía viene “peleando” la agenda de la realeza y aunque no ha destacado en diversos eventos la madre del Rey Felipe, a sus 84 años sigue demostrando que se encuentra en buena forma para cumplir con ciertos compromisos reales.
Por si fuera poco, la asistencia de la reina Sofía al funeral del Papa coincide con el cumpleaños número 85 del rey Juan Carlos, por lo que mientras ella se desplaza a El Vaticano, el emérito celebrará su aniversario en Abu Dabi.
Joseph Ratzinger, ocupó el sillón papal desde el 19 de abril de 2005 hasta su renuncia el 28 de febrero de 2013. Fue nombrado luego como papa emérito y falleció el pasado 31 de diciembre a la edad de 95 años de edad.