La familia real de los Países Bajos encabezada por el rey Guillermo Alejandro y la reina consorte Máxima atravesó por un mal momento en cuanto a la seguridad de su primogénita y heredera al trono,Amalia de Orange, pues el año pasado su vida peligraba al ser amenazada de muerte por las mafias de la droga que imperan en su territorio.
Sin embargo sus deberes tienen que continuar, es por eso que la futura reina de los Países Bajos comienza a cumplir con tareas de suma importancia como la gira oficial que inició el sábado pasado al lado de sus padres, se trata de una exhaustiva visita a las seis naciones del Caribe que pertenecen a la corona holandesa.
El viaje está previsto para que dure dos semanas, tuvo como punto de partida Bonaire donde los reyes y la princesa de 18 años fueron recibidos por su gobernador Edison Rijna. Se espera que el domingo Amalia haga un recorrido por determinados puntos de la isla caribeña como Saba y luego tenga un descanso.
El itinerario contempla que para el lunes y martes, los royals lleguen a Aruba y al día siguiente viajen en barco hacia Curaçao donde se instalarán hasta el viernes. El próximo fin de semana se tomarán otro descanso y el lunes 6 de febrero retomarán su expedición para visitar los estados restantes Saint - Martin,y al día siguiente arribarán a Saint-Eustache donde culminarán hasta el 9 de febrero.
Este viaje tiene como objetivo que la familia se adentre más a las costumbres, historia y cultura de los habitantes de las islas así como presentar a quién será la futura jefa de estado, en este caso, la heredera al trono, Amalia de Orange.