Pensar que las monarquías están por acabar puede ser una idea muy equivocada, o al menos así quedó demostrado en la más reciente reunión real: los 18 años de la princesa Ingrid Alexandra de Noruega.
Y es que la joven, segunda en sucesión en el trono real, logró lo que ni las películas de Hollywood han hecho, pues casi toda la realeza europea estuvo presente en su festejo.
En el Palacio Real de Oslo se dieron cita lo más alto de las casas reales de Holanda, España, Dinamarca, Suecia, Bélgica y Luxemburgo, así como las no reinantes de Bulgaria y Grecia. Los únicos ausentes fueron representantes de Reino Unido y Mónaco.
Cabe señalar también que el rey de España, Felipe VI, estuvo solo; ni la reina Letizia, ni su hijas, la princesa Leonor y Sofía, lo acompañaron, así que fue la misma Amalia, la futura reina de Holanda, quien lo acompañó para entrar al banquete.
Los discursos fueron emotivos, Ingrid Alexandra llegó a derramar unas cuantas lágrimas y agradeció la presencia de todos para celebrarla, luciendo espectacular con su traje de gala, la famosa tiara Boucheron y la Gran Cruz de la Orden de San Olav.
Las fotos fueron icónicas, y con esto quedó demostrado que la realeza en Europa está muy lejos de acabar. ¡Increíble!