Sin duda el príncipe Louis se ha robado el corazón y las miradas de todos los fans de la realeza británica por sus travesuras espontáneas y gestos durante los actos públicos de su poderosa familia, dando a notar que es un niño sano y feliz como cualquier otro.
El pequeño de cuatro años, hijo de los príncipes de Gales, William y Kate, volvió a hacer de las suyas durante el servicio religioso anual de Navidad en la iglesia de Santa María Magdalena, en la finca de Sandringham.
El hermano del heredero al trono, George, decidió soltarse de la mano de su madre Kate para acompañar en la caminata a Camilla, la reina consorte, pues expertos en lenguaje corporal y en realeza, la esposa del rey Carlos III, con todo y su experiencia en la vida pública, aún parece nerviosa ante las miradas de las multitudes, es por eso que el pequeño decidió ir con ella, charlar de cualquier cosa y relajarla.
"Las señales del lenguaje corporal de Camilla sugieren que a menudo se encuentra en un estado de tensión o nerviosismo en público", explicó la analista a Mirror.
“La forma en que Louis se alejó de sus padres para unirse a ella y conversar con ella sugirió que estaba dispuesto a animarla con un poco de compañía para que se relajara”, explicó.
Según la experta, los niños pequeños como Louis, suelen identificar a las personas que necesitan compañía, como un empujoncito para que no se sienten estresados o nerviosos ante alguna situación desafiante.
El pequeño Louis, sigue dando de qué hablar luego de su tierno y travieso comportamiento en el Jubileo Platino donde realizó diferentes muecas y berrinches, incluso en frente de la fallecida reina Isabel II, únicamente para dar a entender que estaba un poco aburrido en el evento de los royals, sin embargo, su madre, la princesa Kate supo sortear las travesuras de su hijo menor, por lo que ambos fueron el centro de atención y los internautas no pararon en elogiar la gran educación y cariño que los príncipes de Gales les han dado a sus tres hijos.