El divorcio entre el Rey Carlos III y Lady Di fue uno de los episodios más polémicos de la realeza británica, y claro, algo que marcó la historia, pero ¿qué condiciones hubo?
Como bien nos ha mostrado la serie de Netflix, The Crown, la situación entre el hijo de la Reina Isabel II y Camilla Parker ya era más que sabida, su amorío estaba por ser anunciado en las primeras planas de la prensa, así que lo mejor para la expareja era separarse, a pesar de que sabían que esto causaría un tremendo escándalo.
Fue así como en febrero de 1996 decidieron anunciar al mundo que su matrimonio se había acabado, obviamente más por la urgencia del padre del Príncipe William y Harry que de su madre, fue así como la Princesa Diana tuvo la oportunidad de negociar e imponer tres condiciones para dar su firma.
Ser para siempre una Princesa
Lady Di exigió que, a pesar de romper su relación con el futuro Rey de Inglaterra, ella siempre sería parte de la Familia Real, por lo que conservaría su título, incluso se le seguía invitando a los eventos oficiales.
Estar presente para sus hijos
Luego de terminar su matrimonio de casi 15 años, la royal exigió estar presente en cada una de las situaciones relacionadas a sus hijos, así como para la toma de decisiones con sus respectivas vidas, pues al ser los siguientes en la línea de sucesión real, ella quería estar entrada de todo.
Quedarse con su hogar
La Princesa Diana también exigió quedarse con su hogar, el Palacio de Kensington, pues era donde se encontraban la mayor parte de sus recuerdos de la infancia de sus hijos.
A pesar de esto sabemos también que su trágica muerte estuvo llena de mucho misterio, muchos culpan a la Corona, pero otros aseguran, como en el documental de Harry y Meghan, que los que realmente tienen la culpa fue el hostigamiento de la prensa y los paparazzis, ¿tú que opinas?