Los cuentos de hadas sí se pueden hacer realidad, pero a veces es necesario conocer distintas personas antes de saber quién es la indicada o el indicado, y así sucedió con Máxima Zorreguieta, ahora convertida en la reina consorte de los Países Bajos por su matrimonio con el rey Guillermo Alejandro.
La royal argentina estuvo muy enamorada en su época universitaria de Max Casá, un estudiante de cocina a quien conoció en la Universidad Católica Argentina donde ella cursaba sus estudios de economía.
Tras unos años de un noviazgo cariñoso y lleno de energía, la pareja se tuvo que separar, pues Máxima viajó a Estados Unidos para seguir con sus estudios, mientras que Max se consolidó como un exitoso cocinero en su natal Argentina.
No cabe duda que la vida de ambos cambió por completo, pues los rumbos de Máxima la llevarían a destinos inimaginables. La monarca conoció a su esposo durante un viaje a España, gracias a una amiga en común, le presentó a Guillermo de Orange mientras se encontraba en una reunión en el Real Club de Andalucía en la Feria de Abril de Sevilla.
El flechazo fue de inmediato y tras tres años de relación decidieron llegar al altar el 2 de febrero de 2002 cuando la argentina tenía 30 años. Ahora la vida de Máxima, se aboca a su reino al lado de su esposo, desde que su suegra, la reina Beatriz, abdicó al trono en abril de 2013. Los monarcas tienen tres hijas: Alexia, Ariane y Amalia, siendo esta última la heredera a la corona.
La familia real vive muy feliz en su palacio, y es una de las monarquías más sólidas en la actualidad, además se caracterizan por mantenerse lejos de los escándalos, aunque recientemente viven momentos de preocupación, pues la próxima reina de los Países Bajos, Amalia, ha sido víctima de amenazas de parte de la mafia de la droga en aquel territorio, por lo que la casa real tuvo que reforzar la seguridad para la joven.
En cuanto a Max Casá, es un reconocido chef que ha plasmado su conocimiento en diversos libros y cuya especialidad se enfoca en el rubro de la pastelería y vinos.