Ahora, con la llegada del documental ‘Harry y Meghan’, de Netflix, algunos han recordado que quizá su llegada a la familia real fue algo más que las casualidades que han descrito en los episodios. De hecho, en las primeras entregas, Meghan Markle dijo que ella no buscaba una relación y fue Harry quien se sintió atraído por una foto de Instagram.
No obstante, esto ha recordado un famoso libro, publicado en 2018, 'Meghan: A Hollywood Princess' (Meghan: una princesa de Hollywood' escrito por Andrew Morton, en donde se exponen las ganas que Markle habría tenido por formar parte de la realeza y en donde se dice que tenía cierta fijación con ser como Lady Di.
“La veía como un modelo a seguir y seguía de cerca sobre todo su labor humanitaria", afirmó el autor en entrevista con medios británicos al momento del lanzamiento del mencionado libro.
En el libro, del que se ha conocido unos extractos publicados por el 'Sunday Times', la esposa del príncipe Harry es descrita como una mujer con determinación que desde que era una adolescente sentía admiración por la fallecida princesa de Gales.
En el libro se explica que como una muestra de su empeño en agradar a la familia real, explica que Meghan tomó clases de té antes de asistir a su primera cita con la reina Isabel II. La pareja llevaba saliendo algo más de un año y necesitaba el visto bueno de la monarca antes de anunciar su compromiso de boda, que finalmente comunicaron el 27 de noviembre del año pasado. La actriz se enfrentaba, según Morton, a la audición más importante de su vida.
“Aprendió a doblar el dedo mientras sostenía la taza y el platito de su earl grey”. Meghan Markle contaría después, en el anuncio de su compromiso, que había tomado el té con la reina un par de veces más y que es "una mujer increíble".
Aunado a lo anterior, una amiga de la infancia, Ninaki Priddy, afirmó para el autor: "Meghan quiere ser una Diana 2. Siempre estuvo fascinada por la familia real británica, pasaba horas viendo documentales de Lady DI". En esta biografía no autorizada se decribe a Meghan como una mujer con un fuerte carácter, desde luego muy alejada de aquella tímida Diana Spencer que se casó con Carlos de Inglaterra con apenas 20 años. Esto resuena luego de las constantes comparaciones que Harry ha hecho entre su fallecida madre y su esposa, mamá de sus hijos.