Luego del fallecimiento de la Reina Isabel II, el nuevo monarca es su hijo el Rey Carlos III, quien de inmediato comenzó a hacer varios cambios en las actividades de la familia real, incluyendo el menú de alimentos.
El rey ordenó a los cocineros que no compraran ni sirvieran foi gras, que no es más que el hígado de pato o ganso. Para elaborar este platillo es necesario alimentar al ave con maíz a través de una sonda, esto provoca que su hígado aumente su tamaño hasta diez veces, esto implica un inmenso dolor en el animal y finalmente lo mata.
La decisión del Rey Carlos III fue bien vista por grupos de defensa de los animales en el Reino Unido, donde está prohibida la producción de este plato desde el 2006, sin embargo es posible comprar foie gras importado.
Otros ingredientes prohibidos en la corona británica son el ajo y algunos tipos de mariscos, pues el producto de mar puede ocasionar intoxicación.
Darren McGrady, quien fuera chef de la familia real, explicó en 2015 que los miembros de la corona también evitan los almidones como la pasta, papas y arroz.
Por otro lado, el Rey Carlos III tiene sus platillos preferidos como la carne de cordero y los hongos, especialmente los cosechados en su propia finca.