La princesa heredera Amalia de los Países Bajos vive momentos de tensión por amenazas del crimen organizado que la mantienen recluida en casa al lado de su padres.
Vivir en un palacio y ser de la realeza a muchos nos podría parecer la vida ideal, lo cierto es que para la joven de 18 años se ha convertido en un martirio al estar aislada en su totalidad y temer por su seguridad debido al peligro que por ahora enfrenta.
La reina Máxima, afirma que su hija “no puede salir de casa” y que eso tiene “enormes consecuencias en su vida”, pues únicamente sale de su vivienda para asistir a la universidad con un número mayor de guardaespaldas.
“Nuestros servicios de seguridad trabajan duro día y noche para asegurar su seguridad”, declaró en Twitter la ministra de Justicia y Seguridad Dilan Yesilgöz-Zegerius, tras amenazas en redes sociales a la joven royal.
Aunque los reyes Guillermo Alejandro y Máxima no han ahondado en el tipo de amago que su primogénita ha recibido, los gobernantes también se encuentran consternados por un posible secuestro que pueda sufrir la princesa Amalia.
De acuerdo con el periodista experto en realeza, Rick Evers, Amalia es el blanco perfecto para los que se dedican a la mocromafia, que no es más que el tráfico de droga como cocaína de organizaciones mafiosas marroquíes que dominan los mercados de los Países Bajos.
Dicha problemática se ha agravado en el territorio europeo al punto de llamarse “narcoestados”, pues los criminales no solo operan en las calles y puertos de entrada con violencia sino que el peligro llega a las altas esferas de la política, pues el ministro belga de Justicia, Vincent Van Quickenborne, sufrió un intento de secuestro en septiembre pasado.
Por ahora, la reina Máxima, nacida en Argentina, señaló en su última visita a Suecia que su hija ya “no vive en Ámsterdam y prácticamente no puede salir”.