Cada vez salen más cosas a la luz que demuestran que Meghan Markle nunca fue bien vista por la realeza inglesa, y tal parece que eso no va a cambiar por mucho tiempo, pues recientemente decidió mandar un claro mensaje con su outfit de que no es algo que le preocupe y que definitivamente la relación se acabó, cosa que está causando gran conmoción en redes sociales.
Fue durante la gala 'Salute to Freedom' en Nueva York, el primer evento al que asiste junto al príncipe Harry después de renunciar a la monarquía, que llegó como toda una diosa enfundada en un gran vestido rojo que obviamente rompió muchas reglas de los royals.
La antigua actriz decidió que Carolina Herrera sería la diseñadora ideal para tan esperado momento, por lo que enfundada en seda con un gran escote corazón y tirante delgados dejando al descubierto sus hombros, así como un corte que dejaba ver sus torneadas piernas, Meghan confirmó que la moda de la corona ha quedado fuera de su vida.
Y es que cabe recordar que el protocolo real prohíbe a las integrantes de la familia usar escotes, vestidos que dejen ver sus hombros y piernas, y colores llamativos que opaquen a la Reina Isabel II.
Esto ha causado que se compare a Markle con la madre del príncipe Harry, la princesa Diana, quien una vez destapado que estaría por divorciarse del príncipe Carlos debido a sus infidelidades con Camila, al primer evento que acudió lució un look negro que rompía todos los protocolos, al que se le llamó "el vestido de la venganza". ¿Será que Meghan quiso homenajear a su fallecida suegra?