Durante la madrugada del domingo la Secretaría de Cultura informó a través de redes el sensible fallecimiento de Felipe Cazals, reconocido cineasta mexicano y considerado por la dependencia como “director indispensable en la historia del cine mexicano, un contador de historias que defendió las causas justas e inspiró a varias generaciones con más de 40 películas”.
Cazals murió a los 84 años a causa de un cáncer de esófago que padecía. Nació el 27 de junio de 1937 en Guéthary, Francia, cuatro meses después de su nacimiento se mudó a Guadalajara, Jalisco y ahí tuvo su registro.
El realizador comenzó sus estudios cinematográficos en el Institut d’Hautes Etudes Cinematographiques (IDHEC) de París, escuela que luego abandonaría para regresar a México e incorporarse al programa televisivo La hora de Bellas Artes donde emprendió sus primeros cortometrajes.
Para la década de 1960 forma el grupo Cine Independiente de México, al lado de colegas como Arturo Ripstein, Rafael Castanedo, Pedro F. Miret, entre otros, dicha organización estaba enfocada en realizar cine experimental por lo que Cazals dirigiría sus primeros largometrajes La manzana de la discordia (1968) y Familiaridades (1969).
Otras de sus destacadas obras fue Canoa: denuncia de un hecho vergonzoso, historia basada en hechos reales sobre la matanza de jóvenes estudiantes en Puebla en el año 1968. También dirigió la aclamada cinta Las Poquianchis, igualmente basada en acontecimientos verídicos sobre las hermanas González Valenzuela que se dedicaban a la trata de personas y asesinato.
El director tapatío también fungió como productor y guionista de otras cintas como El año de la Peste. Hizo alrededor de 30 cintas y fue galardonado en importantes premios como el Festival de Cine de San Sebastián, Premios Ariel, el Oso de Plata en Berlín, y obtuvo el Premio Nacional de Ciencias y Artes.