El ayuno intermitente, una práctica en la que las personas limitan sus horas de comida diaria, ha ganado popularidad en años recientes.
Sin embargo, un reciente estudio presentado en la reunión de la Asociación Estadounidense del Corazón en Chicago ha planteado preocupaciones sobre sus posibles riesgos para la salud. Este estudio examinó los hábitos alimenticios de 20,000 adultos en los Estados Unidos durante un período de 15 años, centrándose en una forma específica de ayuno intermitente conocida como "comer con tiempo limitado".
Los resultados del estudio revelaron una correlación alarmante: las personas que seguían un patrón de alimentación de ocho horas tenían un riesgo 91% mayor de morir por enfermedad cardíaca en comparación con aquellos que consumían sus comidas durante un período de 12 a 16 horas al día, un enfoque más convencional.
Este aumento en el riesgo también se observó en individuos con enfermedades crónicas o cáncer. Por ejemplo, aquellos con enfermedades cardiovasculares que practicaban el ayuno intermitente tenían un riesgo 66% mayor de morir por problemas cardíacos o accidentes cerebrovasculares.
De manera similar, los pacientes con cáncer mostraron una mayor probabilidad de fallecer debido a la enfermedad si seguían un régimen de alimentación restringido en el tiempo en comparación con aquellos que extendían su período de alimentación a al menos 16 horas diarias.
El autor principal del estudio, Victor Wenze Zhong, subrayó la importancia de la precaución, especialmente para aquellos con condiciones de salud preexistentes. Estos resultados destacan la necesidad de una evaluación cuidadosa de los riesgos asociados con el ayuno intermitente, particularmente para aquellos con enfermedades cardíacas o cáncer, y la importancia de consultar con profesionales de la salud antes de adoptar este tipo de régimen alimenticio.