Tal vez hayas escuchado una gran advertencia cuando te venden un producto cosmético con la frase “Libre de parabenos”, por lo que rápidamente pasaría por su mente que esta palabra indica peligro y un gran daño a tu salud.
En realidad los parabenos no son agentes maliciosos que pretenden ocasionar intencionalmente un mal en tu organismo, no obstante con el paso del tiempo se han dejado de usar por algunas razones que tienen sentido.
Los parabenos, en palabras simples, son conservadores que se usan con mayor frecuencia en los productos cosméticos como maquillaje, lociones, cremas o jabones, esto debido a que la gran mayoría de estos artículos están hechos con agua y son más susceptibles de generar microbios y hongos, es ahí cuando los mencionados parabenos entran en acción para evitar su proliferación y que tu adquisición favorita perdure.
No obstante, pese a la gran función que estos agentes químicos realizan en nuestros productos personales, se han encontrado consecuencias negativas debido a su uso como dermatitis de contacto alérgica y de hipersensibilidad de tipo IV,o enfermedades más graves como el cáncer y la esterilidad masculina, de acuerdo con información del portal Nivea.com.
Esos componentes químicos se encuentran de forma natural en algunas verduras y en el organismo humano, sin embargo se ha demostrado que no se surgen de forma genuina en la piel, lo que sería otro punto para dejar de incluirlos en los productos cosméticos.
Los parabenos mayormente usados son del tipo sintético y se llaman:
METHYLPARABEN
ETHYLPARABEN
PROPYLPARABEN
De acuerdo con Laboratorios Valquer, éstos tres son de cadena corta, por lo tanto son indefensos para el organismo a diferencia de los de cadena larga como Isopropylparaben, isobutylparaben, phenylparaben, benzylparaben y penthylparaben, los cuales fueron prohibidos en 2014 ante la falta de examinación y de información sobre sus riesgos.
Actualmente, varias marcas del sector cosmético están dejando a un lado los parabenos como conservador y así brindarle más confianza a los usuarios. En su lugar, el alcohol bencílico sería el componente que sustituye la función de dichos agentes químicos y se caracteriza por ser un conservante natural que se puede encontrar en plantas y frutas como el jazmín, el ajo, el albaricoque, la almendra, la manzana y la grosella negra.