Todos los seres vivos manifiestan cambios en sus ritmos fisiológicos según el horario del día, los cuales se regulan por la presencia o ausencia de luz solar. De eso se trata, justamente, la cronobiología: el estudio de los ritmos biológicos del cuerpo que van variando según el ciclo circadiano (de 24 horas) para optimizar el rendimiento físico, emocional e intelectual.
De acuerdo con el doctor José Antonio Casermeiro, especialista en nutrición y medicina anti-age, el principal sincronizador de nuestro reloj biológico es el sol, porque nos marca cuándo tenemos que despertamos y cómo van a desarrollarse los ritmos biológicos del ser viviente. Esto estimula una serie de reacciones, por ejemplo, la producción de unas hormonas por la mañana, otras por la tarde y otras por la noche que regulan todo el funcionamiento del cuerpo, y que están en constante cambio. “No hay –asegura el doctor Casermeiro– ni un solo parámetro del cuerpo que sea igual durante todo el día. Todos varían acorde a las funciones fisiológicas que deberíamos estar ejercitando”.
Al ser el cuerpo humano una máquina compleja, el especialista explica que es posible interferir con el funcionamiento de sus mecanismos si no respetamos sus ritmos internos. Por ejemplo, si dormimos demasiado poco o no comemos bien, el cuerpo no alcanzará su rendimiento óptimo. Si esta interferencia se repite, se exacerba o se extiende en el tiempo, el organismo se termina acostumbrando a funcionar “a media máquina” o, en el peor de los casos, termina fallando. “Por ello, las enfermedades cronobiológicas, las ‘del reloj’, son disfunciones de los ritmos internos con respeto al ciclo del sol. Por ejemplo, la gente que trabaja en turnos nocturnos, en general vive menos años, padece más enfermedades cardiovasculares y tiene una tendencia mayor a engordar porque su ritmo de vida va en contra de su reloj biológico natural”, explica el especialista.
PONER EL RELOJ EN HORA PARA ALIMENTARSE MEJOR
Además del sol, la frecuencia y los horarios de las comidas también son sincronizadores de nuestro reloj interno. El estudio de estas cuestiones se ha denominado ritmonutrición y, según Casermeiro, es fundamental respetar los ritmos internos, siguiendo tres normas principales: Comer cinco veces al día: tenemos cinco picos de insulina diarios (mañana, media-mañana, mediodía, media-tarde y noche), que responden a los ritmos normales. La gente que come cinco veces por día es más delgada que la que come cuatro, porque el cuerpo está siendo más eficiente en su trabajo. Comer siempre en los mismos horarios, porque esto va a sincronizar al cuerpo con el sol y lograr que su funcionamiento sea más eficiente. Respetar el lema “desayunar como un rey, almorzar como un príncipe y cenar como un mendigo”. A la mañana somos más activos y necesitamos más energía que a la noche, cuando nos estamos preparando para descansar. Por ello, durante la primera parte del día debemos consumir alimentos que den energía y, en la segunda parte, aquellos que favorecen la relajación y el bienestar.
POR QUÉ TENEMOS SOBREPESO
“Muchos de los problemas que asociamos con el trajín de una vida con mucho estrés, desde la dificultad para conciliar el sueño hasta la facilidad para engordar, la depresión o la irritabilidad surgen de una mala alimentación que no respeta los ritmos del organismo”, asegura el doctor Casermeiro. Hábitos como no desayunar, o sólo tomar un café por la mañana, cenar abundante y tarde, sea con carne o pastas, y dormir poco, suelen tener efectos nocivos a largo plazo que pueden dar lugar problemas de salud y enfermedades específicas. “Es importante saber que somos seres rítmicos. Entonces, lo único que debemos hacer es respetar los ritmos internos para adoptar un estilo de vida más sano”, concluye el especialista.
SINCRONICE SU HORA INTERNA
El objetivo de la ritmonutrición es brindarle al organismo los alimentos que necesita en los momentos más apropiados del día para optimizar su funcionamiento y mantener una buena salud física y emocional. Por ello tenga en cuenta:
• Desde las 5 de la mañana hasta las 17 horas: El organismo genera la energía necesaria para realizar actividades físicas e intelectuales. Se aconseja una dieta rica en proteínas, en especial el consumo de carnes rojas, huevos y lácteos en el desayuno y el almuerzo.
• Desde las 17 hasta las 5 de la mañana: El cuerpo se dedica a la reparación y la regeneración. Se recomienda merendar alimentos como banana, avena, palta y nueces, y realizar ejercicio aeróbico. No comer carnes rojas o huevos por la noche