En la sociedad actual, a menudo se confunde la aceptación de la imagen reflejada en el espejo con resignación. Sin embargo, aceptar nuestro cuerpo tal como es implica una visión realista, un punto de partida para la motivación y la acción, ya sea para adelgazar o subir de peso.
Es esencial comprender que cambiar patrones arraigados, ya sea en la relación con nuestro cuerpo o en otras áreas de la vida, no ocurre de la noche a la mañana. Requiere tiempo, esfuerzo y la repetición constante de acciones, así como el reemplazo de hábitos antiguos.
Si su rutina implica largos periodos de tiempo sentado, dar un paso al frente y mejorar su postura puede marcar la diferencia.
De manera inversa, si su día está dominado por largos periodos de pie, caminar puede ser la clave para revitalizar su cuerpo. Para aquellos que encuentran el placer en caminar, ¿por qué no transformar ese hábito en baile?
No hay una regla única para todos, sino un conjunto de estrategias personalizadas que le permitirán reconectar con su cuerpo. La observación cuidadosa de uno mismo, prestando atención a las necesidades y desafiando creencias erróneas, son pasos cruciales.
Rompa con las asociaciones perjudiciales, como la idea de que estar excedido de peso equivale a ser "sedentario" o que la "celulitis" debería esconderse bajo un traje de buzo en la playa. Un uso consciente y saludable de su cuerpo conduce a un mejor funcionamiento general, desencadenando beneficios adicionales, como el autocuidado y una relación más armoniosa con la morada última: su cuerpo.
En resumen, adoptar una perspectiva realista sobre su cuerpo es el primer paso hacia el cambio positivo. No se trata de resignarse, sino de aceptar y actuar. Con el tiempo, el esfuerzo constante y la atención a las necesidades individuales, se construye una conexión más saludable y satisfactoria con el propio cuerpo.