Lograr un ambiente fresco en casa es esencial para el confort diario. Estrategias como el uso de toldos, colores claros en paredes, tejidos ligeros, ventilación controlada, láminas solares, plantas refrescantes y la moderación en el uso de electrodomésticos y luces pueden ser clave para mantener un hogar agradable en los días calurosos. Estas prácticas, integradas de manera inteligente, contribuyen significativamente a un ambiente fresco y confortable.
1) Toldos, persianas y cortinas: Mantener la casa en semipenumbra durante las horas de más calor es muy efectivo, con cortinas o materiales opacos y ligeros. Es recomendable emplear toldos en las horas de mayor irradiación y, en otros momentos, recurrir a cortinas y persianas. Además, es fundamental ventilar la casa durante las primeras horas de la mañana, cuando aún el sol no está en su apogeo o, sino, cuando cae la tarde y la temperatura empieza a ceder.
2) Colores claros: Las paredes claras reflejan el calor. Tonos neutros y pasteles son ideales para que el calor no agobie. Si en el exterior las diversas habitaciones deben soportar muchas horas de calor, allí es muy recomendable utilizar colores claros porque ayudan a estar más frescos en casa.
3) Tejidos suaves y ligeros: Lino, gasa, muselina, seda y el siempre clásico algodón son telas perfectas para vestir en verano. Si al calor externo, se le suma una vestimenta pesada, la sensación de alivio será más difícil de lograr. En casa, se pueden cubrir los sofás y sillones con telas claras de tejidos suaves. Y respecto a la ropa de cama, también es aconsejable que sea clara y ligera.
4) Crear corrientes de aire: Cuando hace calor, la mayoría cree que lo indicado es abrir todas las ventanas de la casa para que entre aire, pero así sólo se consigue más calor dentro que fuera. En la calle el aire fluye sin parar, pero en las viviendas se queda estancado y se mantiene cálido más tiempo. Por eso, hay que abrir las ventanas de un modo determinado, según sean de salida de aire o de entrada. Para ello se recomienda:
- Las ventanas por las que saldrá el aire deben abrirse por completo. Hay que intentar que las ventanas de salida sean las que den directamente a la calle, donde el movimiento de aire es mayor.
- Las ventanas por las que entra el aire se deben abrir sólo un poco. Las ventanas que mejor sirven como entrada de aire son las que dan a patios interiores, donde el movimiento del aire es menor.
5) Colocar láminas solares en los cristales: Las láminas solares son una solución muy efectiva, pues reflejan la luz y el calor, y reducen el calor hasta un 82 por ciento.
6) Utilizar estratégicamente las plantas: Además de resultar bonitas y ser objeto de culto y decoración, las plantas refrescan. Entre otras plantas, en especial las trepadoras como las hiedras y enredaderas, colocadas en la pared que recibe de forma directa el sol, proporcionan fresco y evitan que penetren el sol y el calor.
7) Usar los electrodomésticos imprescindibles y apagar las luces: Tratar de evitar el uso de múltiples electrodomésticos como el secador de cabello, horno, lavavajillas o la plancha por largos períodos, ya que los electrodomésticos desprenden mucho calor durante su uso. Y, en cuanto a la iluminación, dejar encendidas sólo las luces necesarias del ambiente en el cual se habita en cada momento.