Cuando empieza a cambiar la estación y llegar el otoño, aparecen en escena una gran variedad de enfermedades virales. Esto se debe a que el tiempo frío avanza y afecta en gran medida a los bebés. Una de ellas es la bronquiolitis, una infección respiratoria de carácter epidémico que afecta, especialmente, a niños menores de 2 años.
Los más propensos a contagiarse son los lactantes con antecedentes de prematurez, enfermedad pulmonar previa, desnutrición, cardiopatías congénitas e inmunodeficiencias. Además, los niños que viven con alguna persona fumadora o que concurren a guarderías y lugares con hacinamiento presentan mayores posibilidades de padecer bronquiolitis.
Los adultos mayores, por su parte, también pueden contagiarse. Quienes presenten asma severa, EPOC, o sean obesos mórbidos o inmunodeprimidos, pueden cursar la infección viral con mayor severidad.
¿Cuáles son sus causas?
Los virus causantes pueden ser diferentes, aunque el cuadro clínico que producen es similar. El virus sincitial respiratorio (VSR) se transmite generalmente por contacto directo con secreciones nasales de individuos infectados o por la aspiración de sus gotitas de saliva aerosolizadas a través de los estornudos y la tos. La enfermedad del cambio de estación. La consulta precoz y el seguimiento regular son las estrategias más útiles afín de identificar los casos de mayor severidad y hospitalizarlos. Otros virus que pueden producirla son la Influenza (A y B), el adenovirus, el metaneumovirus y la parainfluenza (1-2-3). Por otra parte, algunos virus responsables de cuadros de resfríos habituales (rinovirus, picornavirus, entre otros) pueden también causar bronquiolitis.
¿Cómo detectarla a tiempo?
La bronquiolitis se produce por la inflamación y obturación de los bronquiolos, y se inicia con cuadro de catarro de las vías aéreas superiores, cuadro febril de variable intensidad, tos y sibilancias. La dificultad respiratoria puede ir en aumento con la aparición de tiraje o retracciones costales o subcostales y aleteo nasal.
¿En qué consiste el tratamiento?
En la mayoría de los casos, la bronquiolitis es una enfermedad autolimitada y el tratamiento es de sostén. En este sentido, se debe proveer un adecuado manejo del síndrome febril, de las secreciones y controlar la hidratación. Recuerde que, aunque la bronquiolitis no es una patología extremadamente grave, puede correr riesgo la vida del niño.