El lenguaje es un acto social producto de la combinación de varios factores: los estímulos del medio, la inteligencia del niño y la afectividad de su entorno. La capacidad de comunicarse influirá decisivamente en su forma de relacionarse con los demás, aprender, compartir lo que sabe y adaptarse en su medio ambiente.
Y si bien cada niño tiene su propio ritmo y tiempo de desarrollo, existen algunos signos que es conveniente observar para tener en claro si el lenguaje de su hijo evoluciona correctamente:
* En los primeros meses, un bebé debe balbucear.
* Entre los 12 y 24 meses tiene que comprender órdenes sencillas como saludar con la mano, señalar con el dedo algo que se nombra, negar con la cabeza.
* Alrededor de los 2 años, el bebé ya debería pronunciar palabras que suenen de manera similar a las del lenguaje establecido.
* Cuando un chico cumple 3 años y medio, su forma de expresarse debe ser entendida por las personas que forman parte de
su círculo familiar.
Si un chico de 2 años y medio no habla es importante analizar:
* Si comprende lo que se le dice.
* Si puede padecer alguna lesión neurológica, sensorial o motriz.
• Si recibe la suficiente estimulación de parte de su ambiente social.