¡ATENCIÓN!

Como saber si un niño es víctima de bullying

Quienes padecen acoso escolar, muchas veces logran contarle sus problemas a los mayores responsables, pero en la mayoría de las ocasiones reina el silencio. Por eso, aquí le contamos cómo hacer para darse cuenta si se está en presencia de un caso de bullying.

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Escrito en MODA Y BELLEZA el

Para enmarcar la forma de violencia caracterizada como bullying entre las diversas violencias existentes en nuestra sociedad, podemos decir que este da cuenta de procesos muy arraigados de desubjetivación ligados a procesos estructurales de impunidad y resentimiento sedimentados. 
Para disminuirla desde una perspectiva estratégica es necesario dejar de hacer hincapié solamente en la violencia más evidente,
para combatir seriamente la impunidad y desarrollar una construcción de legalidades responsable.
En tal sentido, para la comprensión del origen de la violencia es necesario tomar conciencia de la importancia de las promesas incumplidas y el daño al pacto social y personal que ello genera. 
Estos déficits dan como resultado una falta de proyecto de futuro social e individual frustrante que deviene en algunos casos en la
búsqueda inmediata del chivo expiatorio o “culpable” de aquellos ataques de los que se sienten necesidad de defenderse. Y allí es cuando víctima y victimario conforman una escena violenta indisoluble que es necesario enfocar integralmente, abordando la cuestión del lugar que se otorga al “otro”-sea enemigo o semejante- y del lazo social. Yendo a la problemática de la violencia
escolar, no necesariamente responde al fenómeno de bullying.


Este requiere que se cumplan ciertas condiciones. Consiste en el maltrato sistemático mediante abuso de fuerza, de autoridad o de superioridad social o intelectual. Ante todo, no se trata de simples episodios de agresión verbal o física, sino de una situación que se va armando paso a paso, a partir de la selección del que será el acosado, por parte del acosador, quien a su vez puede tener seguidores o cómplices que participan de la acción la cual se manifiesta en forma de hostigamiento, amenaza, persecución, golpes y segregaciones. No hay sentimiento de culpa, remordimiento ni intentos de reparar el daño ocasionado.
Es un trabajo que consiste en ir horadando lentamente la autoestima de la víctima, creando un cerco invisible a su alrededor de modo de dejarlo aislado, inerme. 
Puede o no existir la violencia física, a veces solo basta con generar el terror a que la haya. Es tal el monto de angustia que el acosado puede sentir, que en ocasiones, termina infiriéndose él mismo autoagresiones que en casos extremos pueden
llegar al suicidio.

Algunas señales observables en niños o adolescentes que están siendo objeto de bullying son:

  • Cambios súbitos en el humor, a veces se lo ve triste, temeroso o enojado frente a pequeñas situaciones.
  • No quiere ir a los lugares donde antes iba entusiasmado (colegio, campamento, club, cumpleaños). Pone excusas, como que está cansado, o le duele la panza.
  • Evita compañías que antes buscaba.
  • Llora o se muestra vulnerable ante situaciones que antes afrontaba.
  • Síntomas como dolores de cabeza, de estómago, vómitos.
  • Cambios en el apetito y en el dormir, tiene insomnio, se despierta de noche con pesadillas.
  • Tiene miedo ante situaciones menores.
  • Se muestra agresivo en la familia.
  • Está callado, taciturno, como ido.
  • No responde cuando le preguntan qué le pasa, o lo hace con evasivas.
  • No quiere que sus padres intervengan en sus cosas por temor a ser catalogado de “buchón” y que esto agrave la situación.
  • Sus calificaciones escolares bajan.
  • Puede tener marcas de golpes, heridas, rasguños, hematomas que no sabe explicar.
  • Pueden perder o aparecer con sus pertenencias en muy mal estado.

En la medida en que la escena del acoso pueda ser visibilizada, puesta al descubierto y no silenciada gracias a la intervención de algún adulto (eventualmente algún compañero), ya sea padres, docentes, personal no docente, una autoridad escolar, un profesional del gabinete psicopedagógico, el psicoterapeuta de alguno de los participantes, etc, es posible intervenir, “rescatar” al acosado, sacarlo de esa situación en la que se encontraba absolutamente impotente. Este sería el puntapié inicial para un trabajo a nivel de la comunidad educativa.