Hay distintas patologías venosas que van desde las simples arañitas hasta la tan temida úlcera venenosa. Las venas cumplen con la función de devolver la sangre que llevaron las arterias hasta los diferentes tejidos de regreso al corazón. Mientras que en la parte superior del cuerpo esto se cumple sin dificultad gracias a la fuerza de la gravedad, en los miembros inferiores no es igual.
La sangre que fue llevada hasta el pie, debe ascender por las venas hasta el corazón, por lo tanto debe recorrer aproximadamente 1,5 metros ascendiendo dentro de las mismas.
Resulta fácil imaginar que el impulso necesario para remontar esta distancia debe ser lo suficientemente fuerte como para vencer
la fuerza de gravedad y cualquier factor que se oponga tiene un efecto perjudicial para que se cumpla con este cometido.
El primer impulso para el ascenso procede de la contracción de la pantorrilla, la que otorga un primer “empujón” a la sangre
contenida en la misma. Una vez que esta se ha puesto en movimiento, debe pasar por el muslo para entrar al abdomen y por
último llegar al corazón.
Quiere decir que, si los músculos de la pierna contraen, no comienza el ascenso de sangre y si la presión abdominal es muy alta (obesos), la misma no puede entrar libremente a esta cavidad para seguir ascendiendo.
Este fenómeno llamado “retorno venoso” resulta muy importante para bajar la presión venosa en las piernas, cuyo aumento
representa el principal factor de riesgo para esta enfermedad, que se inicia con edema, dolor, pesadez, calambres y prurito.
Resumiendo, la patología varicosa responde fundamentalmente a dos causas: falla en el bombeo de sangre por parte de la pantorrilla, o hiperpresión abdominal (obesidad) que impide el ascenso de la misma. La pared de la vena pierde su elasticidad y se va dilatando paulatinamente.
Como consecuencia de todo lo mencionado, pueden aparecer trastornos severos en piel, verdadero órgano donde repercute
la patología circulatoria. A veces puede tratarse de un simple eczema o llegar a trastornos severos como la úlcera de pierna,
flebitis y trombosis.