TÉNGALO EN CUENTA

Claves para reconocer a un niño autista

Estas patologías del desarrollo son casi cinco veces más comunes en niños que en niñas. Qué hay que tener en cuenta para su identificación precoz y cómo es un tratamiento de estimulación.

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Escrito en MODA Y BELLEZA el

Se estima que 1 de cada 88 niños sufre un Trastorno Generalizado del Desarrollo (TGD) o Trastorno del Espectro Autista
(TEA). Estas patologías engloban a un grupo complejo de trastornos que afectan al desarrollo de una persona y se caracterizan por alteraciones de las interacciones sociales y modalidades de comunicación, así como por un repertorio de intereses y de actividades restringidas, estereotipadas y repetitivas. 

Estos trastornos son de origen neurobiológico, aunque pueden ser producidos por la coexistencia de varios factores.
Al respecto la Doctora Ángeles Schteinschnaider, especialista en Neurpediatría, explica que “la inmensa mayoría de los casos de autismo son de origen desconocido, y un menor número de casos pueden estar ligados a trastornos genéticos como el síndrome del X Frágil, el Complejo Esclerosis Tuberosa y el síndrome de Angelman entre otros, así como la exposición a agentes ambientales infecciosos (rubéola maternal o citomegalovirus) o químicos durante el embarazo”. 

¿A quiénes afecta? 

Los TEA se presentan en todos los grupos raciales, étnicos y socioeconómicos, y son casi cinco veces más comunes en
niños (1 en 54) que en niñas (1 en 252).
 La doctora Schteinschnaider explica que los padres deben consultar con un especialista
cuando el niño: 

• no mira a los ojos,
• no sonríe en respuesta a que le sonríen,
• no responde a su nombre,
• no señala objetos de su interés,
• no manifiesta alegría, se aísla,
• no presenta juego simbólico (no acuna o alimenta a sus muñecos, por ejemplo),
• presenta movimientos repetitivos como aletear o balancearse,
• se irrita fácilmente y es muy difícil de calmar,
• repite sonidos o palabras sin sentido,
• no presenta desarrollo del lenguaje acorde a lo esperado para su edad (alertarse si no balbucea a los 12 meses, si no dice palabras a los 18 y si no arma frases con sentido a los 24 meses). 

¿A qué especialista se debe consultar? 

Schteinschnaider responde que “la primera consulta debe ser realizada con el pediatra, que es quien conoce al niño de
siempre y debe supervisar su desarrollo neuromadurativo. A continuación se debe hacer una consulta más específica 
con el especialista neurólogo/psiquiatra infantil, quien no sólo se ocupa del diagnóstico sino de organizar las distintas
propuestas terapéuticas”.

Sobre el diagnóstico de un TEA, la especialista comenta que este es clínico, ya que no existe un marcador biológico que
lo confirme o lo descarte. “Existen una serie de test y evaluaciones que tienen por finalidad determinar cómo funciona
el niño en los distintos aspectos que pueden estar involucrados en el TEA (desarrollo del lenguaje, comunicación
no verbal, interacción social, conductas repetitivas, etc.). Son herramientas que ayudan y complementan, pero no reemplazan el criterio clínico del observador experimentado”,
aclara Schteinschnaider.
Por otro lado, recalca que es fundamental que el diagnóstico se realice tempranamente, permitiendo que la intervención terapéutica se inicie lo antes posible.