CAUSAS, SOLUCIONES Y CONSEJOS

Solucione su problema de sensibilidad dental

Es una sensación dolorosa y temporal, causada por la exposición de la dentina a estímulos externos que pueden ser térmicos, químicos y/o táctiles. Conozca los consejos para su prevención y tratamiento

Por
Escrito en MODA Y BELLEZA el

Bajo condiciones normales, la dentina subyacente del diente (la capa que rodea directamente el nervio) está cubierta por el esmalte en la corona dental y las encías que rodean al diente. Con el tiempo, el recubrimiento del esmalte puede hacerse más delgado y brindar, de este modo, menos protección. Las encías pueden también retraerse con el paso de los años y exponer la superficie de la raíz de la pieza dentaria. La dentina contiene una gran cantidad de poros o conductos que corren desde la parte exterior del diente hacia el nervio, en el centro. Cuando se encuentra expuesta, estos conductos pueden ser estimulados por los cambios de temperatura o ciertos alimentos. En este sentido, la sensibilidad dental se define como una sensación dolorosa y temporal provocada por la exposición de la dentina ante estímulos externos que pueden ser térmicos (alimentos o bebidas frías o calientes), químicos (sustancias dulces, ácidas) y/o táctiles (presión táctil, cepillado, instrumentos odontológicos). Es un problema habitual en las personas adultas, que si no se trata puede dificultar la higiene bucal diaria y derivar en otras patologías, como caries o enfermedades periodontales

Causas de la molestia

La causa más común de sensibilidad es la exposición de las raíces ante la retracción de las encías. Dado que estas raíces no están cubiertas con esmalte, los miles de canales diminutos que se dirigen al centro del nervio dental (pulpa) quedan expuestos. Cuando el calor, el frío o algo toca esos canales, se percibe dolor. Otros desencadenantes son:

-Retracción de las encías debido a la edad o al cepillado inadecuado.

-Consumo de bebidas ácidas que causan la erosión del esmalte y la exposición de la dentina.

-El rechinamiento de dientes (bruxismo) que provoca el desgaste del esmalte y los torna sensibles.

-Usar una crema dental muy abrasiva, cepillarse de forma incorrecta y/o hacerlo más de tres veces al día generaría la pérdida de esmalte.

-La enfermedad de las encías (gingivitis) puede causar la retracción de las mismas. Por ejemplo, la acumulación de placa o sarro provoca problemas en las encías que afectan la sensibilidad de los dientes.

-Un diente astillado o quebrado puede exponer la dentina.

-Los blanqueadores corroen el esmalte. Muchos pacientes que se blanquean los dientes presentan sensibilidad al corto tiempo.

-Ciertos procesos odontológicos, como la ortodoncia, pueden ser la causa de la recesión gingival o de encías, que a su vez, desembocaría en la sensibilidad.

Qué hacer al respecto

-Utilizar un cepillo dental de cerdas muy suaves.

-Cepillarse correctamente, para prevenir la abrasión del esmalte y la retracción de encías.

-Optar por una crema dental especialmente formulada para reducir la sensibilidad. Evitar las pastas blanqueadoras.

-Emplear hilo con regularidad, después del cepillado, para remover los residuos que el cepillo dental no puede alcanzar.

-Evitar alimentos ácidos (jugos o bebidas de naranja, manzana, yogurt), bebidas o alimentos muy fríos o calientes.

-Completar la higiene dental con un enjuague bucal con fluoruro.

En la visita, el odontólogo podrá aplicar un barniz de flúor en las áreas sensibles, para fortalecer el diente; recetar una crema dental con alta concentración de flúor; colocar una restauración dental para proteger las áreas que han perdido el esmalte; en caso que la sensibilidad sea grave y persistente y no pueda tratarse por otros medios, podrá recomendar una endodoncia para eliminar el problema.

Soluciones a mano

Algunos tratamientos caseros también pueden ayudar a reducir la sensibilidad. Ante cualquier duda, conviene consultar con el odontólogo antes de ponerlos en práctica: lDiluir un cuarto de cucharadita de bicarbonato de sodio en un poco de agua y realizar un enjuague bucal. lLuego de consumir alimentos muy calientes o fríos, conviene humedecer un trozo de algodón con aceite de canela y frotar sobre los dientes doloridos.

-Aplicar varias gotas de aceite esencial de clavo en las áreas con más dolor. Otra opción consiste en masticar algunos clavos enteros. lPor sus efectos antiinflamatorios, realizar gárgaras con infusión de jengibre es una práctica solución. También puede optarse por una infusión de pimienta de Cayena.

-La aplicación de aceite de mostaza en las áreas afectadas es otra forma muy simple de sentir alivio.

-Con dos dientes de ajo realizar una pasta, y aplicarla directamente sobre los dientes afectados, durante 15 minutos. Resulta un tratamiento potente para la sensibilidad y el dolor.

-Masajear suavemente los dientes con gel de Aloe Vera.

Más consejos

 Tras cualquier comida, cepillarse los dientes, con movimientos de abajo arriba, y usar el hilo dental. Renovar el cepillo de dientes con asiduidad. Después de limpiar la boca a conciencia, masticar chicle sin azúcar, que ayuda a producir más saliva, elemento protector de encías y dientes. Visitar periódicamente al dentista, al menos dos veces al año, para que examine la salud de las encías. Tres veces al día, hacer enjuagues bucales con una infusión de consuelda. Procurar tomar periódicamente alimentos duros, que requieran una cierta masticación, como las manzanas o algunas verduras crudas.

Qué es la gingivitis

 La gingivitis es una inflamación de las encías, que puede presentar hemorragias leves. Esta enfermedad debe ser tratada cuando aparecen los primeros síntomas, porque puede derivar en otros problemas más graves, como la aparición de úlceras y fiebre, e incluso irreversibles, como la pérdida de algún diente. Para prevenir y tratar esta afección, se recomienda el consumo de alimentos ricos en vitamina C, esencial para la correcta salud de las encías: naranja, limón, pomelo, frutillas, kiwi, mango, verduras de hoja verde, perejil, pimiento, tomate o papa