Una vez más, la icónica Madonna se encuentra en el centro de la controversia: esta vez, enfrenta una demanda colectiva por parte de sus propios seguidores que fueron parte de su gira Celebratiton Tour, pero no salieron muy contentos del show.
La demanda fue presentada por Justen Lipeles, uno de los asistentes al concierto en el Kia Forum de Inglewood el 7 de marzo de 2024. Este fan señala una serie de agravios que, según los documentos legales, incluyen publicidad engañosa y condiciones inaceptables durante el evento, como fue el retraso significativo en el inicio del espectáculo que dejó a los fans esperando en un ambiente sofocante después de que se apagaran los sistemas de aire acondicionado por orden de Madonna.
"Estábamos sudorosos y enfermos por el calor", declaró Lipeles en la demanda, resaltando la incomodidad física experimentada por él y otros asistentes debido a las altas temperaturas en el estadio. Además, se afirma que la artista no ofreció soluciones adecuadas a pesar de las quejas del público, limitándose a decirles que "se quitaran la ropa".
Sin embargo, la incomodidad física no fue el único problema de la noche. Lipeles también acusó a Madonna y a la promotora Live Nation de ocultar información sobre el contenido del espectáculo, que supuestamente incluía representaciones de contenido sexual explícito en el escenario, sin previo aviso a los espectadores. Además, se alega que la artista hizo lip-sync y playback durante parte de su presentación, lo que agregó más descontento entre los asistentes.
La demanda busca compensaciones por daños, la devolución del dinero gastado en las entradas y una orden judicial para detener las prácticas comerciales que considera injustas por parte de Madonna y Live Nation. Además, no es la primera vez que la estrella del pop enfrenta acciones legales por la producción de sus conciertos; incidentes previos, como el ocurrido en 2019 en el Filmore de Miami Beach, ya habían generado controversia por condiciones similares.
A pesar de estos problemas, Madonna, recientemente, se convirtió en la única mujer en tener seis giras con una recaudación superior a USD 100 millones de dólares cada una, lo que demuestra su indiscutible impacto y relevancia en la música pop.