Gran parte del terrotorio mexicano es azotado por las altas temperaturas y lo peor de todo es que seguirán ya que este lunes 20 de mayo inició la tercra ola de calor de la temporada, por lo que se esperan temperaturas superiores a los 30 grados centígrados.
Pero….¿qué es una ola de calor?
Una ola de calor se define como un periodo de tiempo, generalmente de varios días consecutivos, durante el cual las temperaturas superan significativamente los valores habituales para una región determinada. En muchos países, una ola de calor se declara cuando las temperaturas máximas diarias son extremadamente altas y persisten durante al menos tres días consecutivos.
El aumento de la temperatura durante una ola de calor puede ser acompañado de alta humedad, lo que agrava la sensación de calor y dificulta la capacidad del cuerpo para enfriarse a través de la transpiración. Las olas de calor son cada vez más frecuentes y severas debido al cambio climático, afectando tanto a regiones que tradicionalmente experimentan altas temperaturas como a aquellas que no están acostumbradas a tales extremos.
¿Qué efectos tiene en la salud?
Las olas de calor pueden tener graves consecuencias para la salud, especialmente para los grupos más vulnerables como niños, ancianos y personas con enfermedades crónicas. Los efectos más comunes incluyen:
Golpe de calor: Una condición potencialmente mortal que ocurre cuando el cuerpo no puede regular su temperatura.
Deshidratación: La pérdida excesiva de líquidos puede llevar a problemas renales y otros trastornos.
Exacerbación de enfermedades preexistentes: Condiciones como enfermedades cardiovasculares y respiratorias pueden agravarse.
¿Cómo puedes protegerte?
Mantenerse hidratado: Beber abundante agua es esencial para mantener el cuerpo fresco y evitar la deshidratación. Evita bebidas con cafeína o alcohol, ya que pueden contribuir a la deshidratación.
Evitar la exposición al sol: Limita las actividades al aire libre, especialmente durante las horas más calurosas del día (entre las 11 a.m. y las 4 p.m.). Busca lugares con sombra y usa ropa ligera, de colores claros y de materiales transpirables.
Refrescarse frecuentemente: Usa ventiladores, aire acondicionado o baños de agua fría para mantener la temperatura corporal baja. Si no tienes acceso a aire acondicionado, visita lugares públicos como bibliotecas o centros comerciales que estén climatizados.
Monitorear la salud de los más vulnerables: Presta atención especial a los niños, ancianos y personas con condiciones médicas preexistentes. Asegúrate de que se mantengan hidratados y frescos.
Comer ligero: Opta por comidas ligeras y frescas que no requieran cocción para evitar generar calor adicional en el hogar.