La participante Tamara decidió renunciar en vivo al programa debido a los malos tratos y la presión que sentía en la competencia, explicando que su salud mental era más importante que continuar en el reality: “Perdonadme, pero es más importante estar bien yo que decepcionaros a vosotros", argumentó la mujer.
Sin embargo, los jueces, especialmente Jordi Cruz, reaccionaron de manera negativa, criticando su decisión y acusándola de quitarle oportunidades a otros concursantes: "Yo no le haría ninguna pregunta. Yo te diría muy bien y chao. Le has quitado la oportunidad a gente"
Esta situación desencadenó una ola de críticas en España y llegó hasta las autoridades del Gobierno, quienes expresaron su apoyo a la concursante y destacaron la importancia de priorizar el bienestar emocional. La ministra de Sanidad, Mónica García, y la comisionada de salud mental de Sanidad, Belén González, elogiaron la valentía de Tamara por romper con la mentalidad de "yo puedo con todo y con más" que daña a la sociedad.
Ante la repercusión de este incidente, RTVE tomó la decisión de eliminar el programa de Masterchef de sus plataformas, lamentando la emisión de un contenido que no debió suceder y reafirmando su compromiso con la salud mental.
Además, la dirección de RTVE anunció que reforzará los controles internos para evitar episodios similares en el futuro.