Cuando se trata de su arte, Billie Eilish no escatima esfuerzos y esto quedó demostrado en su último álbum "Hit Me Hard and Soft", donde hizo un trabajo de estética y fotografía muy arriesgado.
Para la sesión, Billie se sumergió bajo el agua durante seis horas seguidas, usando un pesado ancla para mantenerse sumergida. Aunque la experiencia fue dolorosa, describió que si no está sufriendo de alguna manera, no se siente bien con lo que está haciendo.
Billie comparó la experiencia con el parto, diciendo que fueron horas de agonía para lograr una portada de álbum memorable. A pesar de todo, se mostró decidida y orgullosa de su dedicación al arte: "Nunca sentí tanto dolor en mi vida. Todo por la inyección. Eso es lo que dicen sobre el parto. Fueron como 12 horas del dolor más horrible y agonizante de toda mi vida para la portada de un gran álbum".
Además, la artista llegó creer que estaba agonizando y se lo expresó a su mamá: "Me sentí como si estuviera drogada y borracha, y no había dormido en días. Pensé: 'Mamá, ¿cómo te parecen esos? ¿Estás viendo eso?' Ella me dijo: '¿De qué diablos estás hablando?'. Entonces pronto me fui a la cama y dormí nueve horas seguidas".
Después de la sesión, Billie experimentó dolor y malestar físico, con mocos blancos saliendo de su nariz y hematomas en todo el cuerpo debido al peso del ancla. A pesar del sufrimiento, se sintió orgullosa de haber logrado la toma perfecta para su álbum.