Tragedia sacude el mundo de la música regional mexicana con la muerte de Chuy Montana, la joven promesa de los corridos. El cuerpo de Jesús Cárdenas, su nombre real, fue encontrado sin vida en la carretera libre de Tijuana-Rosarito este miércoles, en un escenario que sugiere violencia extrema.
Los primeros informes revelan que su cuerpo presentaba múltiples heridas de bala, lo que indica que su fallecimiento fue resultado de un acto violento. Las autoridades policiales están investigando la posibilidad de un secuestro, ya que se sospecha que Chuy fue capturado horas antes de que su cuerpo fuera arrojado a un costado de la carretera.
Según las últimas investigaciones, parece que Chuy intentó desesperadamente escapar de sus captores, incluso saltando del vehículo en el que estaba esposado, lo que explicaría las heridas y contusiones que presentaba. Sin embargo, sus esfuerzos fueron en vano, ya que sus secuestradores le dispararon desde una camioneta Renault Stepway con una pistola calibre 9 milímetros, causándole la muerte.
La noticia de la trágica pérdida fue confirmada por la disquera Street Mob Records, casa discográfica de Jesús Ortiz, líder de la reconocida agrupación Fuerza Regida. Chuy Montana, cuya carrera despegó tras ser descubierto mientras cantaba en las calles cercanas a la garita de San Ysidro, había sido acogido por esta disquera y representado artísticamente por Jesús Ortiz.
El mundo de la música regional mexicana llora la pérdida de esta joven estrella en ascenso, cuya voz y talento habían cautivado a muchos. Su trágico final deja un vacío en la industria musical y un recordatorio sombrío de los peligros que enfrentan los artistas en la búsqueda de su pasión.