Una familia ha hecho un sorprendente descubrimiento al darse cuenta de que una pintura que poseían desde la década de 1960 resulta ser una obra maestra que ha estado perdida durante un siglo.
El valor estimado de la resurgida obra de arte es de £42 millones, aunque el misterio persiste en torno a cómo la familia adquirió tan preciada pieza. El retrato, titulado "Retrato de Fraulein Lieser", es una de las últimas creaciones del renombrado pintor austriaco Gustav Klimt, quien lo pintó en 1917, justo un año antes de su fallecimiento.
La obra, encargada por una acaudalada familia judía de industriales, desapareció del ojo público después de la exposición vienesa de 1925. Una fotografía en blanco y negro, que conmemora el último avistamiento del cuadro, ha sido la única evidencia de su existencia en los últimos 100 años.
Henriette Lieser, miembro de la familia original, permaneció en Viena durante el régimen nazi, pero fue deportada en 1942 y trágicamente asesinada en Auschwitz en 1943. El destino de la pintura después de este período oscuro no está claro, pero los actuales propietarios la tienen desde la década de 1960.
El redescubrimiento de la obra maestra ocurrió cuando el actual propietario buscó asesoramiento legal del experto en derecho del arte Ernst Ploil antes de heredarla. A pesar de una exhaustiva investigación, la historia de cómo la familia adquirió la pintura entre 1925 y los años 1960 sigue siendo un misterio.
La pintura, que se exhibirá antes de la subasta en el Reino Unido, Suiza, Alemania y Hong Kong, se subastará el 24 de abril en nombre de los propietarios y herederos legales de la familia Lieser, quienes tienen derecho a la herencia según los Principios de Washington, un pacto internacional de 1998 para devolver el arte obtenido por los nazis a sus verdaderos sucesores.
La casa de subastas Im Kinsky de Viena expresó en un comunicado su emoción ante el redescubrimiento, destacando la rareza, importancia artística y valor de la obra de Klimt. El retrato de "Fraulein Leiser" se presenta como una sensación en el mercado del arte de Europa Central, donde las pinturas de Klimt, especialmente sus retratos de mujeres de la clase media alta, son altamente reconocidas y cotizadas. El retrato se suma a la selecta categoría de obras de tal calibre, que rara vez se ofrecen en subastas. Gustav Klimt, conocido por sus representaciones del cuerpo femenino, sigue siendo una figura destacada cuyas obras alcanzan sumas deslumbrantes en subastas internacionales.