SINCERO

Estrella de Game of Thrones habla a corazón abierto de sus problemas de salud mental

Uno de los grandes protagonistas de la serie revela los problemas que enfrenta

Por
Escrito en ESPECTÁCULOS el

Kit Harington, conocido por su papel como Jon Snow en la exitosa serie de fantasía de HBO, Juego de Tronos, ha atrevsado momentos difíciles que lo llevaron   enfrentar desafíos relacionados con la salud mental y el alcoholismo en un centro de recuperación.

Harington ingresó a rehabilitación en 2019 por problemas de alcoholismo. Durante su estancia, según informa New York Post, le diagnosticaron trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).

El actor británico compartió en un reciente episodio del podcast de bienestar, Hidden 20%, que durante su ingreso a rehabilitación, "se dio cuenta de que su vida dependía de ello" y que fue "el lugar adecuado en el momento adecuado". Harington logró forjar una nueva vida desde entonces.

En la entrevista con Ben Branson, Harington reveló que "ingresó a rehabilitación borracho, se volvió sobrio allí y pensó, 'A la m***da, no ustedes en un círculo. No, gracias'".

Harington explicó que estuvo en una clínica de rehabilitación diferente antes de acudir a una instalación estadounidense, donde finalmente le diagnosticaron TDAH. "Me fui de allí bastante rápido y dije, 'Intentaré lidiar con esto por mí mismo', lo cual no funcionó después de unos cuatro años", admitió.

A pesar de las dificultades, Harington, actualmente protagonista de Eternals, compartió que ahora está "sobrio" y "presente", centrándose en ser padre de su hijo de 2 años y su hija de 6 meses, fruto de su relación con su compañera de reparto de Juego de Tronos, Rose Leslie.

El actor destacó la complejidad de conciliar su carrera actoral con la paternidad y confesó que, en ciertos momentos, se siente abrumado. "La practicidad de ponerme a trabajar en este momento [lo encuentro] bastante complicado. No hago bien varias tareas a la vez", admitió.

Harington, conocido por interpretar a Jon Snow desde 2011 hasta 2019, reflexionó sobre los desafíos de la fama instantánea, admitiendo que intentó "proyectar esta imagen de absoluta sofisticación y frescura sobre lo que estaba haciendo, pero realmente estaba aterrado por todo". La atención constante lo llevó a una espiral descendente al final de sus ocho temporadas en la serie.