El 8 de enero de 2024 será recordado por los aficionados al fútbol como el día en que nos dejó una de las leyendas más grandes de todos los tiempos. A los 78 años, falleció Franz Beckenbauer, ícono de la selección alemana, quien dejó una huella imborrable al conquistar la Copa del Mundo como jugador en 1974 y luego como entrenador en el Mundial de Italia 90.
Conocido como "El Kaiser" y considerado por muchos como el mejor defensor en la historia del fútbol, Beckenbauer, junto a figuras como Diego Maradona, Pelé y Johan Cruyff, formó parte de la élite futbolística del siglo XX. Sin embargo, en los últimos tiempos, su salud se había deteriorado, manteniéndose en relativo anonimato.
La herencia de Beckenbauer se distribuyó principalmente entre su esposa Heidi (57 años) y sus hijos Joel (23) y Francesca (20). Heidi, ahora con un papel destacado, tiene el poder de aprobar la venta de propiedades a su nombre. Joel y Francesca, por su parte, heredaron gran parte del patrimonio, incluyendo propiedades en Kitzbühel y Salzburgo.
Además de estas residencias, el Kaiser también poseía otras propiedades y una extensa flota de vehículos. Su hijo mayor, Thomas, de más de 60 años, fue designado para gestionar la fortuna de su padre a través de su empresa, siendo económicamente independiente con el respaldo de Franz.
Entre las notables adquisiciones inmobiliarias se encuentran una casa en Kitzbühel/Tirol y otra en Salzburgo, esta última con acceso a una zona exclusiva de esquí, reflejando la pasión de Beckenbauer por este deporte.
En cuanto a los bienes personales, destaca la historia detrás de su amado Mercedes Benz 450 SEL 6.9 azul. Después de décadas, Beckenbauer recuperó este vehículo de lujo en 2021, que había dejado en Alemania cuando se trasladó a Estados Unidos en la década de 1970. La revista OCC de seguros de automóviles reveló que el Mercedes, con solo 241,000 kilómetros en el velocímetro, fue adquirido por el concesionario Thomas Franz y se mantuvo en excelente estado.
El empresario y coleccionista de vehículos Daniel Bauchinger destacó la historia detrás de la recuperación del automóvil, subrayando cómo Beckenbauer logró recuperar uno de los tesoros de su vida antes de su fallecimiento.