Se acerca una de las festividades más solemnes y coloridas de México: El día de muertos, donde recordamos a nuestros seres queridos que ya no están físicamente entre nosotros, pero que por una noche, regresan en espíritu para disfrutar lo que les gustaba en vida.
Si bien, la muerte no es ningún tabú en nuestro país, poco se habla sobre el costo de morir y es que no siempre pensamos en los gastos que implica despedirnos del plano terrenal.
Por eso, diversas empresas ofertan paquetes que cubren desde los servicios funerarios, desde los más básicos hasta los más exquisitos.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), revelados por El Financiero, el costo de un funeral puede costar desde los 2 mil 664 pesos hasta los 68 mil.
Uno de los costos más altos de este tipo de servicios tiene que ver con la inhumación, es decir, cuando deseas enterrar a tu ser querido y que sus restos descansen en un panteón.
Este proceso implica varios aspectos, desde la preparación del cuerpo y embalsamiento hasta el arreglo estético y el tipo de ataúd con el que se le dará el último adiós. Esto puede requerir de un pago de hasta 14 mil pesos, incluyendo la sala de velación y transporte, en caso de que se requiera traslado de los dolientes a la última morada.
El “negocio de la muerte” se ha diversificado para atender todas las necesidades, ya que algunos requieren ataúdes de materiales específicos, o bien, urnas de cremación para resguardar las cenizas del difunto. Esto podría aumentar la cifra hasta casi 70 mil pesos mexicanos.
En el caso del servicio básico de cremación, el costo promedio es de 10 mil pesos.