La cocina de Top Chef VIP ya está encendida con el estreno de la segunda temporada del reality en el que un grupo de celebridades ponen a prueba sus habilidades culinarias que serán calificadas por tres experimentados chefs: Juan Manuel Barrientos, Antonio de Livier y Adria Marina.
El reality de Telemundo Internacional cuenta con la participación de personalidades del mundo del espectáculo como Arturo Peniche, Alana Lliteras, Laura Zapata, Germán Montero, Regina Orozco y Sara Corrales, entre otras. Para adentrarnos en la cocina de Top Chef VIP 2, platicamos con la chef Adria Marina, dueña del restaurante “Georgina”, uno de los más emblemáticos del norte de México.
¿Qué te motivó a involucrarte en Top Chef VIP?
Creo que fue una oportunidad que no se podía desperdiciar, uno nunca se imagina que cuando empiezas a estudiar a gastronomía, sobre todo yo me imaginaba como una chef de cocina y ese era mi sueño, pero se van presentando oportunidades en tu carrera.
¿Cambió la experiencia entre la primera y la segunda temporada?
Ya tienes a lo mejor un poquito más colmillo, en la primera temporada de todo lloraba, me dolía, me partía el corazón, en la segunda ya sabes que es una competencia y al final del día yo vengo a juzgar platillos no personalidades. Sí te duele que en un mal día de alguien se tenga que ir, eso no lo puedes evitar.
¿Las expectativas que tenías del desempeño de los participantes eran altas?
Creo que sí, los finalistas de la temporada uno, estuvieron en un nivel de profesionales, se enamoraron tanto de la profesión que los cuatro querían abrir su restaurante. Sí llegamos con los cuchillos afilados, con las expectativas altas, esta temporada es más larga, se viven mucho más cosas y estar comprometido con un proyecto es difícil para cualquiera.
¿Qué te ha dejado ser juez en Top Chef VIP?
He tenido la oportunidad de conocer gente, eso está hermoso, desde las celebridades al equipo de producción. Que te escriban los fans, que la gente esté comprometida con el programa y que se enamoren de las personalidades.
¿El “quiero ser chef” es el nuevo “quiero ser astronauta”?
Es algo aspiracional y me encanta que Top Chef VIP te da el conocimiento de que no es algo de celebridades, es algo difícil, si estás cocinando es desvelarte, cuando todo mundo está festejando tú estás trabajando, sí es muy diferente cocinar porque te gusta a porque te gusta pero profesionalmente, es súper gratificante.
¿Qué carencias notas en las nuevas generaciones que quieren dedicarse a la gastronomía?
Con todo respeto digo que en cualquier carrera es el compromiso y la constancia, por este tema de las redes sociales creemos que todo es fácil, pero hay todo un trabajo detrás.
Las segundas generaciones de una empresa probablemente no sepan lo que le costó a la primera generación y puede ser una muy buena segunda generación o llevarse todo por alto porque piensan que así nació, y no ven el esfuerzo, eso puede estar pasando.
¿Qué platillo te recuerda el sabor de casa?
El caldo de res que me fascina, el chamorro con la grasita y el tuétano, eso con la salsa que prepara mi mamá que es de tomates hervidos con chile de árbol, eso es casa y las tortillas de maíz del norte.
¿Alguna vez has llorado mientras cocinas?
Claro, me ha pasado de todo, y siempre tiene que ver con la impotencia de no poder solucionar algo en tiempo y forma.