Alex Lora es uno de los músicos más conocidos de México, pues lleva más de 50 años en la industria musical y varias de sus frases se han convertido en parte de la cultura popular como: “Mamá, prende la grabadora”; sin embargo, lo que pocos saben es que ser músico no fue su primera opción.
El cantante fue a una escuela católica, que fue en dónde aprendió a tocar la guitarra y fue tanta la influencia de sus profesores que fue monaguillo y estaba dispuesto a convertirse en seminarista, además fue en esa época en la que se hizo devoto de la virgen de Guadalupe.
“Estuve a punto de convertirme en seminarista. Estábamos con el padre y que el cuerpo de Cristo, en la iglesia todo era seriedad (…), pero sentía que la música me llamaba y me dijeron que iba a hacer la estudiantina y yo tocaba más o menos la lira y me dijeron que si entraba las otras materias casi las tenía exentas”, dijo en entrevista con Yordi Rosado.
“Desde chavito fui más devoto de la virgencita que del Sagrado Corazón. Cuando hice mi comunión dije que lo máximo era la virgencita y me identifiqué mucho con ella por mi mamá, porque dije que era como la imagen de mi mamá. La virgencita es la que me ha dado la salud para cantarle a la raza y la inspiración para las rolas que he cantado. Desde chavito le he dicho que me diera la gracia de ser rockanrolero porque quería ser como Johnny Laboriel, como Enrique Guzmán. Si lo piensas es un milagro 55 años”, comentó.
Si bien es cierto que Alex Lora tenía la firme intención de convertirse en seminarista, no comenzó su preparación para lograrlo, por el contrario, inició sus proyectos musicales y obtuvo un certificado para dar clases de inglés.
En ese tiempo, Alex Lora formó parte de Three Souls in my Mind, pero en 1984, Carlos Hauptvogel se separó llevándose con él los derechos del nombre, por eso la banda continuó, pero ahora se hicieron llamar El Tri.