Sin duda Julio Iglesias es toda una leyenda de la música, pero aunque no lo creamos no todo el tiempo pensó que sería así, es más, no lo buscaba, pues su plan de vida era: ser un gran futbolista.
Y es que el intérprete de Ni te tengo, ni te olvido antes de cumplir 20 años ya jugaba con el equipo de su corazón, el Real Madrid, se había convertido en un gran portero y soñaba que su vida sería esa, competir cada día en los estadios de España, sin embargo, su destino sería otro tras un trágico accidente automovilístico en 1963.
"Llegué a pensar que mi vida no tenía solución...Tuve un accidente más grave de lo que yo imaginé jamás y más grave de lo que la gente puede imaginar", indicaba el cantautor en su momento.
Aún así sus fotos como jugador de los merengues sin duda son excepcionales, pues muchos aseguran que Julio Iglesias ya tenía como destino ser una gran estrella, aunque al final sólo cambió de profesión.
Y aunque su nombre no fue coreado por los aficionados del Real Madrid en un partido de fútbol en el Bernabéu, sí lo logró en 1983 y 1989 con sus conciertos que estuvieron a reventar.
Incluso hay una película sobre su historia en donde se cuenta a detalle lo de su accidente que por poco y lo deja inmóvil de por vida, se trata de La vida sigue igual, y aquí narra cómo a pesar de "colgar los guantes" terminó por amar su destino.
Cabe señalar que hace unos días Julio Iglesias cumplió 80 años de edad, hasta su mejor amigo José Luis Rodríguez El Puma no dudó en felicitarle y desear que ambos pudieran llegar a los 100 años. ¡Todos unos ídolos!