Son muchas las fobias que existen en el mundo, algunas más raras que otras, y sin duda una de las que más llama la atención es la Erotofobia, pero ¿de qué trata?
Pues aunque sea difícil de creer, este padecimiento se refiera a los que tienen miedo de tener relaciones íntimas, sí, al sex* con otras personas.
Aunque hay que aclarar que actualmente los psicólogos lo ven como una fobia que ha evolucionado, pues los factores han cambiado aunque no lo creamos debido a la tecnología.
Según el sexólogo especialista Raúl González Castellanos son distintos los miedos, desde físicos hasta de contraer enfermedades.
"Puede haber temor a contraer una enfermedad de transmisión sex*al, a quedarse embarazada, a fracasar en la relación de pareja, a no dar la talla; al sexo oral, que a mucha gente le produce asco o rechazo, a mostrar el cuerpo", explicó en entrevista con El País.
Y continuó: "Y estos miedos pueden provenir de experiencias previas, de la educación recibida, a menudo castradora, de la exagerada exposición a la porn*grafía o de aspectos ideológicos y culturales".
Algunos prefieren ser castos por evitar fracasar, o simplemente la presión de las redes sociales de "perfección", así como lo efímero de las relaciones, que cada vez es más difícil de conectar con alguien.
Es de esta manera que estas fobias son tratadas ahora desde el plano social, según explican los expertos, todo para controlar cada una de las partes que generan la llamada Erotofobia.
"Cada época ha tenido sus cánones de belleza que hay que seguir y, aunque actualmente se hacen muchos esfuerzos por borrar esa estética normativa y por abrir mucho ese canon, las redes sociales, las celebrities o la normalización de la cirugía estética contrarrestan mucho esos esfuerzos", destacan.
Para esto una de las grandes soluciones también es la información, que a últimas fechas es cada vez más escasa sobre las relaciones íntimas seguras.
"Ante todo, estar informados, tener una cierta educación sex*al, trabajar la sexualidad, conocer el cuerpo y sus reacciones, hacer las paces con él. Una cierta autoestima nos dispondrá a tener mejores relaciones, a elegir mejor a la pareja, a saber comunicarnos, a pedir y a dar. A poder sentirse vulnerable, seguro y a crear intimidad", puntualizó.