La actriz española Úrsula Corberó, conocida por su interpretación en la exitosa serie de Netflix, ‘La casa de papel’, dando vida a una ladrona bajo el seudónimo de Tokio, acaba de hacer sonar las alertas en todo el mundo con una reciente revelación sobre su estado de salud.
Durante la alfombra roja de su nueva serie, para la misma plataforma, titulada el cuerpo en llamas, Úrsula habló por primera vez de un mal que la aquejado durante toda su vida, pues confesó que padece un retraso oseo de cinco años
“No mucho. Yo era muy pequeña. Tengo un retraso óseo de cinco años. Esto no lo he dicho nunca, porque suena un poco mal, pero lo digo ahora, no pasa nada”, confesó.
Aunque de inmediato matizó la información para no poner en angustia a sus fans y reporteros.
“Ahora tengo los huesos de una de 30, en vez de los de una de 34”, asegura Úrsula Corberó, que añade que “me bajó mi primera menstruación con 17 años. Eso hizo que ya con 15 mis amigas llevasen una talla XS de Bershka, mientras que yo seguía todavía con la talla 14 de Zara Kids”, dijo con humor, para restar importancia a su trastorno, aunque en su día sí que le causó mucho complejo y algún que otro quebradero de cabeza con sus compañeros de clase:
“Me hacían bullying, porque yo era tan pequeña que no podía con todos los libros en la mochila y tenía que llevar carrito”.
¿Qué es el retraso óseo?
La enfermedad que ha arrastrado la actriz de ‘La casa de papel’ a lo largo de su vida, el retraso óseo, tiene que ver con la maduración del esqueleto, que no siempre va acorde con la edad del afectado. En los huesos de los niños hay un cartílago del crecimiento que les facilita su correcto desarrollo, hasta que éste se va calcificando hasta que se frena el crecimiento. Este proceso no es igual para todos, lo que provoca que algunos vayan con retraso, mientras que otros se adelanten, lo que determina su estatura. En ocasiones, debe intervenir un profesional médico, pero en otras tan solo es una característica física más.