Ir a conciertos es una de las actividades más divertidas para muchos, pues es la oportunidad perfecta para verse con amigos, cantar y bailar, pero además en el sitio, los fans pueden disfrutar de alimentos y bebidas; sin embargo, un estudio demostró que la generación Z está dejando de lado al alcohol.
Primero que nada recordemos que la generación Z es el grupo nacido entre 1997 y 2012, o sea, que es una población joven y que suele acudir constantemente a eventos masivos, pero en Estados Unidos comenzaron a notar que conforme pasa el tiempo, en los conciertos se comenzaron a vender menos bebidas alcohólicas.
De acuerdo con Billboard, la generación Z toma menos alcohol en comparación a otras generaciones y esto ha afectado a uno de los ingresos clave para muchos foros que es la venta de bebidas.
Desde que los lugares comenzaron a llenarse con más personas pertenecientes a la generación Z, los recintos venden menos alcohol y ya varias personas de la industria confirmaron esta información, como David Slutes, quien trabaja como director de entretenimiento en el club Congress de Tucson, Arizona.
Este lugar tiene capacidad para 325 personas y afirma que la generación z gasta en promedio 25 por ciento menos en alcohol que generaciones anteriores: ““Al salir del COVID-19, todo lo relacionado con el negocio de la música en vivo se puso patas arriba. No estábamos seguros de por qué los números eran así. Luego hicimos una inmersión más profunda, y en cada evento dirigido a una multitud generación Z, vimos números que eran muy diferentes”, declaró.
Por su parte, Dayna Frank, presidenta y directora ejecutiva de First Avenue Productions, una sala de conciertos de Minneapolis, notó lo mismo, lo que considera un problema de negocio para recintos pequeños cuyas mayores ganancias solían ser por la venta de bebidas alcohólicas.
“Una de las grandes tendencias que estamos viendo es que la generación Z no bebe tanto. Están consumiendo comestibles (refiriéndose a la marihuana) antes de venir o hay un enfoque más sobrio y de salud mental en ellos… La mayor parte del precio de la entrada va a la banda, así que realmente de lo que subsisten (los foros) son de las bebidas. Eso no va a ser un flujo de ingresos sostenible”, dijo.
Estos datos coinciden con lo que encontró Ty Schepis, profesor de psicología de la Universidad de Texas en 2020, que analizó el comportamiento de estudiantes universitarios y se sorprendió al ver que el abuso de alcohol, en comparación con otras generaciones, disminuyó considerablemente.