“Matilda”, la popular cinta estrenada en 1996 es una de las historias más recordadas de los noventas y es que el encanto de la pequeña protagonista, se ganó el corazón de la audiencia. Pero poco se sabe que detrás del éxito cinematográfico hay una experiencia desalentadora.
En el largometraje Rhea Perlman y Danny DeVito interpretan a los papás de "Matilda" que a pesar de que en la ficción eran irresponsables y poci tolerantes con la pequeña de 7 años, fuera de cámaras eran todo lo contrario.
Durante el rodaje Mara (“Matilda”) atravesó uno de los episodios más tristes de su vida; su madre había sido diagnosticada con cáncer y su padre estaba a su cuidado, por lo que la menor de edad tenía que hacerse responsable de sí misma.
No obstante, DeVito y Perlman se solidarizaron con la situación y se ofrecieron para hacerse cargo de Mara, quien lo relató en su autobiografía “Where Am I Now?”:
“Mientras mi mamá estaba enferma y en el hospital, me invitaban y me cuidaban y distraían mi mente. Me sentí muy familiar”.
La realidad superó la ficción pero en buen sentido, pues los “padres postizos” mantenían a la pequeña rodeada de afecto, salían a pasear, iban al cine y al teatro, eran una familia.
Lamentablemente la mamá de Mara falleció medio año después de finalizar el rodaje de la cinta, hecho que durante mucho tiempo torturó a la menor, ya que tenía ganas de que su madre viera la película.
Tiempo después, Mara se enteró de que su mamá si vio su mejor papel en el cine: “No lo supe hasta más tarde, pero Danny DeVito la llevó sin terminar al hospital y se la mostró”.