Anahí es una de las mujeres que comenzó su carrera cuando era una niña, por lo que no es raro escuchar que sigue triunfando en el mundo de los espectáculos, pues prácticamente lleva toda la vida buscando el éxito que ahora goza, pero no todo fue fácil, de hecho, se tuvo que enfrentar a muchos problemas, tanto de salud, como emocionales desde su etapa escolar debido a que no era bien recibida por sus compañeros.
Es bien sabido que la RBD tenía tres años de edad cuando apareció en el programa ‘Chiquilladas’ y no paró de trabajar, de hecho, realizó una producción tras otra y posteriormente inició su carrera musical, pero en este trayecto fue víctima de acoso escolar, ya que muchos de sus compañeros se burlaban de lo que ella hacía.
En una muy honesta entrevista con Joaquín López Doriga, Anahí confesó que tuvo que estudiar en casa, ya que la situación en la escuela se hizo insoportable, pues cuando comenzó a tener fama, muchos de sus compañeros la veían y solían atacar.
"Mi papá tenía una buena relación con la Madre Sor Salud. Entré y creo que fueron los meses más traumatizantes de mi vida. Lo crueles que pueden ser: me pegaban chicles en el pelo, se sacaban los mocos y me los pegaban en el uniforme, me decían de todo", confesó.
Anahí continuó diciendo que no soportaba más ser víctima de ataques, por lo que le pidió a Dios en varias ocasiones que le ayudara, pero la situación no cambió y tuvo que continuar sus estudios en casa.
"Yo llegaba a casa y le pedía a Dios '¡que mañana sí me quieran, que mañana me traten bien!', pero nunca pasó. Fue muy duro porque al iniciar la secundaria, yo ya estaba siendo más famosa y cada vez era peor, y la misma escuela decidió que yo siguiera educándome en casa", dijo.
La integrante de RBD confesó que con mucho trabajo terminó la preparatoria y siguió enfocándose en la música, algo que la llena de orgullo, pues aunque no tiene un título universitario, con su trabajo ayudó a su familia, le ha dado alegría la gente y a sus hijos.
La cantante también contó una curiosa anécdota, pues reveló que las niñas que la molestaban en la escuela después se convirtieron en fans de RBD y ella decidió cerrar el capítulo doloroso de su vida en el que sufrió bullying invitando a estas personas a conocer a la banda.
"Esas niñas que tanto me acosaron fueron un día a Bosque Real a vernos grabar Rebelde, y las tenían detrás de una valla, gritaban y querían vernos. Yo las vi y nunca voy a olvidar ese día. Le dije al de seguridad: 'ellas tres que pasen'. Entraron a saludarnos y creo que no se imaginaron lo fuerte que fue para mí poderles decir 'bienvenidas'. Ahora me queda claro que no eran malas personas, sino que hacían daño porque estaban pasando por un mal momento. Mi corazón sintió muy bonito el decirles: 'bienvenidas, pasen a ver Rebelde. Hoy ustedes son fans de lo que tanto se burlaron que yo hacía'", recordó.