Fue en 2005 cuando una astróloga de origen ruso rebasó todos los límites de la cordura, entablando una demanda, nada más y nada menos que contra la agencia espacial estadounidense NASA, y no creerás el por qué.
Desde la perspectiva de Marina Bai, la astróloga implicada en esta insólita situación, la NASA estaba alterando el orden cósmico del universo al estudiar un cometa y no conforme con ello, enviar una sonda para intentar desviarlo y evitar una posible colisión con el planeta Tierra.
Marina Bai decía que la misión hacia el cometa Tempel 1 "arruinaba el balance de las fuerzas del universo", informaron medios como el diario Izvestia en julio de 2005.
Bai reclamaba una indemnización de 300 millones de dólares _el costo aproximado de la misión_ por su "sufrimiento moral", informó Izvestia, citando declaraciones de su abogado Alexander Molokhov. Inicialmente dijo al diario que el experimento "deformaría su horóscopo".
Como era de esperarse, un tribunal de Moscú terminó por desestimar la poco usual demanda e investigadores pidieron que no se creyera en este tipo de información, pues estas investigaciones no alteran en nada el orden del universo.